Una soledad nació cuando nací…
crecí amamantado de soledad,
azucarada soledad, pero soledad al fin…
que la soledad fue mi leche materna
cubrieron de soledad mis piernas
y calzaron de soledad mis pies.
En una jaula de oro me encerraron
con tierna maternal soledad de miel
y crecieron dientes devoradores,
labios y ojos de soledad predicadores,
profeta de cardos y dolores,
viviendo en soledad la soledad.
En mi campo, como espigas
miles de soledades levantaban
y todas completaban el quijotesco paisaje
de viento y soledad.
Millones de fantasmas solitarios
pululan por mi vida sin cesar
que sin querer me habeís creado
sensación de soledad.
La soledad, el motivo de mi ira,
soledad de soledades al sol tendidas
contemplando tu huida en soledad
y sin sentirte arrepentida.
Dejaste en soledad mis huesos
teñiste de soledad mi paz
y desnudos mis anhelos
vestiste de soledad mi soledad.
Y al recordar mi soledad de entonces
sangre fría me recorre por las venas
recordando de manera serena
la soledad que me dejaste.
Porque esa soledad que me engendraste
fue mucho más que soledad
fue la Soledad de soledades
puñal clavado sin piedad.
-
Autor:
Francisco J.G. Aguado 😉 (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 20 de noviembre de 2025 a las 08:46
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando la soledad es más que un estado de ánimo...es un estado con el que se convive en estrecha comunión, algo cotidiano, algo "natural", algo continuo. Dulce soledad, pero soledad al fin.
- CategorÃa: Espiritual
- Lecturas: 5
- Usuarios favoritos de este poema: JUSTO ALDÚ, Tommy Duque

Offline)
Comentarios2
Y al recordar mi soledad de entonces
sangre frÃa me recorre por las venas
recordando de manera serena
la soledad que me dejaste.
Porque esa soledad que me engendraste
fue mucho más que soledad
fue la Soledad de soledades
puñal clavado sin piedad.
El poema erige un paisaje total de soledad, una especie de reino fundacional que acompaña al hablante desde la cuna y se vuelve identidad, carga y condena. La repetición obsesiva del término crea una atmósfera casi ritual, donde cada avance es un eco del anterior, reforzando la idea de un destino inevitable. Las imágenes —jaula de oro, espigas, fantasmas, huesos teñidos— construyen un simbolismo áspero que mezcla lo doméstico con lo espectral.
Saludos amigo.
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