La Luna le pidió al Mar
Que en sus brazos la estrechara
Y él, intentando alcanzarla
Creó las mareas altas.
Cuando la Luna, mimosa,
Le rogó que la arrullara
El Mar se hizo un espejo
Con olas que la acunaban.
Suplicó el Mar a la Luna
Que ella a cambio lo besara
Y ella lo hace cada día
Al ocaso y la alborada.
Como todos los amantes
Mandarse cartas desean,
El Mar le envía gaviotas
Que volando se las llevan.
La Luna le dirige al Mar
Guiños de noche estrellada
Y éste le manda besos
Con los delfines que saltan.
El Mar quisiera rondarla
Pero su voz no es muy buena;
Por eso pide a los lobos
Aullar a la luna llena.
En los eclipses, el Sol
Con la Luna coquetea
Y el Mar, celoso, se enoja
Y entre rugidos lo increpa.
Como todas las parejas,
De vez en cuando disputan;
El Mar se tiñe de negro,
La Luna nueva se oculta.
Pero el Mar, tan poderoso
Como indomables sus aguas,
Sube y baja en las mareas
Cuando la Luna lo manda.
¡Qué bonita está la Luna
Con la neblina de gasa
Y los encajes de espuma
Conque el Mar va a desposarla!
Desde entonces la Lunita,
Con camisoncito blanco,
Baja de noche a su esposo
Para dormir en sus brazos.
Cuando a mediados de agosto
Celebran su aniversario
Las Perseidas lanzan fuegos
De estrellas al celebrarlo.
De las miriadas de estrellas
Que Dios concedió a esta unión,
A todas la Luna eclipsa
Cuando brilla en su esplendor.
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Autor:
Anduriña (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 17 de noviembre de 2025 a las 15:21
- Comentario del autor sobre el poema: Es la fantasía que te invade al mirar nuestro Mediterráneo y nuestra Luna en España.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1

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