Su nave abordó mi vida,
permiso no había.
Dura frialdad, descortesía,
pronto el calor halló.
En dos algo surgió,
con tus cosas y mías,
los días contaron,
del pasado realidad.
Las penas clavadas
en alegrías baldías,
buscan afinidad.
Compañía llegó,
confidencia también.
Razón debíamos tener,
cautelosos al ser,
presas ambrientas,
querer otro proceder.
Ganas que se esconden,
zafarrancho de emociones.
Presencias inmerecidas,
ausencias de emociones.
Delineada complicidad,
en propia luz fui a hurgar.
Se sentía menos un quizás,
lejos se veía venir,
algún día podría llegar.
Dueña la necesidad,
salió a buscarlo todo.
Roll que enamora el trato,
al fin por un rato pleno,
rememoró un sentir sereno.
Tejidos hilos caprichosos,
inexistente dolorosos,
la esperanzas viajeras
teme confianza quimeras.
Si algún día no alcanza,
si el mañana fracasa,
qué será lo amansado.
Que dolor nuevo atado
al futuro frustrante,
quedó olvidado al andante.
Entrega sublime perecedera,
cada hora récord en la entrega.
Inmedible el querer concebido,
espera desespera en ganas
Retomar todos los pasos,
cruz del castigo romper.
El cuerpo será perturbado,
el pensamiento atrofiado,
una carga suplicante
de pedidos inapropiados.
Techo de nubes alcanzaron,
presunta realidad volteada,
plasmados en suelo quedaron.
Recoger pesados destrozados,
triste afán conservan asustados.
Retornar ayer no es posible,
nunca mejor empalado.
Adiós y dolor no son baúl,
cambian las añoranzas
los límites rebasados.
Tachar líneas inciertas,
dar al mar la espalda,
cielo de estrellas nublado.
Dejar en respiro forzado,
un recuerdo mal logrado.
Huelgan fatigas del sediento,
porvenir emancipado.
Trémulo construir alcanzado,
compartir no ha salvado.
Mi voz y mis ojos cerrados.
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Autor:
Justo Barreda (
Online) - Publicado: 16 de noviembre de 2025 a las 15:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1

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