De pronto, la vida nos ubica en el escenario de un extraño sortilegio. Enlaza y entrelaza los hilos de una manera mágica y desconcertante.
¡Divino artilugio que nos embruja y nos sacude!
*
Se asemeja a un romántico soñador, y de repente, la furia de su carácter se esparce por el aire. La baldosa cede bajo el peso de su conciencia y el fuego de sus palabras hirientes. Elogia y estropea al instante. Se burla como quiere y puede. Es un hombre fascinante, es un monstruo. Me ha costado ubicarlo en la rueca de la vida.
Un día, como todos, a eso de las once de la mañana, me vi sentada frente a su escritorio, quería saber, quería conocer de su enigmático carácter. Pero algo sacudió mi existencia, desde la cepa del alma hasta la cima de mis plegarias. Un Cristo… Un Cristo de bronce sobre su escritorio. Estaba frente a mis ojos y de espaldas al hombre. No me gustó. Algo zangoloteó mi espina dorsal. Lo miré directo a sus pupilas, volteando con mis dedos el Cristo. Observándome en silencio, fijó, igual, la lumbre de sus pupilas sobre las mías, dando vuelta al Cristo, dejándolo boca abajo. El aire se hizo denso y el reloj caminaba lento. Fue un instante de silencio áspero, tan áspero, que se atragantaba en mi garganta.
Saliendo de su mutismo, sonrió, con esa sonrisa que maneja al dedillo, esa que lo hace lucir cual patriarca bondadoso, y al unísono, un mísero hijo de puta. No creas todo lo que ves, dijo de manera tajante. A estos, hay que manejarlos así, a las patadas, vociferó, señalando con su dedo índice la mesa de dinero. Si los tratas bien, te jodes. No trabajan, hacen lo que les da la gana y el negocio quiebra. Fue solo un instante en que se cruzaron nuestras miradas y por poco me convence. Pero no. El tigre no es como lo pintan.
*
Eran las once de la mañana de un día cualquiera. Llegué apresurada a la oficina. Lo vi a la entrada de la puerta observando a la empleada de servicio, no respondió a mi saludo. Luego...
Continua.
Imagen: Créditos a su creador
Luz Marina Méndez Carrillo/15/11/2025 Derechos de autora reservados.
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Autor:
LUZ MARINA MENDEZ (
Online) - Publicado: 15 de noviembre de 2025 a las 19:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 6
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais

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