El vacio que me habita

EL VACIO QUE ME HABITA

​Me he vuelto el actor de mis propios engaños, buscando oro para no pensar más en un coral que el mar se llevó, para no rumiar en estos brazos inservibles que no nacieron para tocarte.

​Desesperado, acecho a Cupido, mas la verdad es que Dios, solo por capricho, en mi página escribió: "Condenado a no amar, por siempre quedarás". Fuerzo caminos de nefelibasto para amañar siquiera el abrazo de mi sombra, un calor, una sencillez cuya verdad mi cuerpo solo mendigará a las páginas del papel gastado.

​Hastiado de mi vida, memorable Muerte, ven. Te quiero a mi lado. He vivido sin amor y me he convertido en llanto personificado.

​Viviré la vida alegre, ocultando mi maldición. Mi rostro sonreirá, pero por dentro el vacío me habita, creando poemas que matan con cada frase y me digieren sin piedad.

​Perseguiré una luna llena para sentarme en su manto de luz, y que sea ella quien oculte el nervio de mi corazón. Caerá una lágrima. Ella me mirará en silencio y escuchará el bullicio de mis mayores secretos, un nido de arañas en la garganta, secretos que solo ella, rodeada de oscuridad, comprenderá y hará compañía en mi oscura soledad.

Álvaro s.