El Señor de Luren, Cristo Moreno,
patrón de la ciudad, luz que ilumina.
En su andar, la fe se hace trueno,
y el alma creyente se arrodilla y trina.
Con túnica morada, va imponente,
cargado en hombros con devoción.
Su mirada serena, transparente,
refleja amor, paz y compasión.
En Ica, su templo se levanta,
testigo de milagros y fervor.
El pueblo a su lado siempre canta,
con fe y esperanza, con gran amor.
El Cristo Moreno, guía y consuelo,
en cada procesión, va renaciendo.
Su imagen nos lleva hacia el cielo,
y nuestro corazón siempre está ardiendo.
Al Cristo de Luren yo le canto,
moreno y milagroso, tú eres guía.
Con fe y devoción, elevo mi llanto,
en tus brazos encuentro la alegría.
Tu imagen serena nos inspira,
a seguir tus pasos con fervor.
En cada procesión, el alma gira,
y tu amor nos llena de gran valor.
En Ica, tu templo es un refugio,
donde los fieles vienen a orar.
Con esperanza, venzo al perjuicio,
y en tu presencia, aprendo a amar.
Señor de Luren, Cristo sagrado,
tu bendición siempre nos alcance.
En nuestro corazón estás grabado,
y nuestra fe siempre renace
-
Autor:
José de Amercal (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 14 de noviembre de 2025 a las 12:40
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 1
- Usuarios favoritos de este poema: Jose de amercal

Online)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.