Dicen que todo en ti es amor, letras y algunos pasajes sin vivir que, aun así, quieres reeditarlos. Desde entonces no puedo escribir ni tampoco sé, que escribir sin morder mis recuerdos Son días tristes. Parece otoño en el alma e invierno en el corazón. No hay mucho que decir y poco que sentir en esta calma de aguas mansas. Cierto que hay ecos de risas congeladas, que la primera noche inauguraba la madrugada y el agradecimiento en una canción, que bailaba en mi guitarra
Lerdos y sin pellizcar mis añoranzas, todo esta tan triste y desolado. Hasta el trozo de sonrisa que olvidaste en el viento, suena su eco en la tarde. Silenciando tus pasos, por el camino incierto que elegiste. Mientras aquí la nostalgia con un clavel en mano y los recuerdos haciéndose agua ruedan por el sonrojar de la sorpresa, con cause directo, queriendo ser olvido, siendo agradecimiento, Cuando el buen vino acaba, gustamos en saborear la última gota y reconocemos
Tal vez y deba iniciar, quemando mis libros de Cesar Vallejo y dejar a mi guitarra en un asilo musical, dejar de frecuentar el café nocturno y lanzar lejos mi cuaderno de pastas azules, donde escribo y lloro mis letras en silencio. ¿Pero servirá de algo alguna medida drástica?, si en cada sorbo de oxígeno estas tú, columpiando entre mi retina y en mis pestañas están colgando algunos de los recuerdos vividos ayer. Y que ahora arañan la realidad, resistiéndose a caer al abismo.
Gracias -por leer mis tristezas y añoranzas. Mujer de voz encendida. Aprecio el tiempo que tus labios cabalgan por mis letras y suben la colina más empinada de mis sentimientos y caen por el abismo del olvido, pero recupera el galope y tono de mi última canción. Cuando mi alma se enamora, me gusta sentir un bolero por mi cuerpo. Cuando estoy triste, un tango me viene bien, me sacude, la realidad y me lleva hasta la impotencia de ser flor, siendo hierba, triste y frágil.
Supongo que debo estar agradecido, que te tomes tu tiempo para leer mis letras, disculparme por revolotear tu pensamiento, por el caos de tu alma al saborear mis poemas, escuchar mis canciones, viajar conmigo en el pensamiento y abrazarnos cada noche al poner tus sueños _míos en tu almohada. Sí, estoy agradecido poetiza. Me dijo el eco que lees mis letras con voz encendida, la cual hace prender hasta la leña verde y ahora haciendo sonreír mis letras tristes.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO
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Autor:
lennox, el quetzal en vuelo (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 13 de noviembre de 2025 a las 07:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2

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