La soledad en la intimidad

Alma Eterna

 

 

  Paulina era una mujer de ya veintidós años, con un hijo de tres, vivía en un pequeño pueblo, mucho panoramas no existian más que pasar la tarde en alguna plaza con juegos o ir al parque natural de la cuidad, ella estaba casada con Benjamin de veintisiete, un hombre con una profesion bastante esclavizante, él era guarda de seguridad en la cárcel del pueblo, sus turnos rotaban en horarios de días y noches, motivos por el cual Paulina pasaba gran parte del tiempo sola con su pequeño, fue por esta razón y buscando que ella no se sintiera tan sola que Benjamin decide irse a vivir con su madre la cual tenía una pensión de paso en el mismo pueblo, dónde recibían constantemente a hombres y mujeres que acostumbraban a trabajar en faenas de construcción, carreteras y demás, fue en una de estas tantas inscripciones que volviendo de recoger a su pequeño Agustín, que se encuentra de frente con Lucas, un joven guapo, carismático, sociable, pero sobre todo galán, Lucas era un joven de veinticinco años, que acostumbraba a viajar debido a su trabajo, el también poseía una famila, pero por razón ya mencionadas mucho no la podía ver, fue un día cualquiera que Paulina y Lucas se encontraron dentro de la casa justo a la hora de la cena y comenzaron una agradable conversación, risas, gestos, miradas, fueron parte del menú, el plato principal fue la conversación sin trabas que se creo entre ambos, el sazón lo fue dando las risas que se generaban poco a poco, fue así como luego de un largo tiempo comenzaron a quedar solos en aquel comedor. Lucas sabiendo que no debía seguir más allá luego de un rato decidió despedirse amablemente y subir a su habitación, mientras Paulina quedó pensativa en la agradable tarde que había pasado, olvidándose de su tiempo en soledad, incluso de su pequeño, cuando ya Benjamin estuvo en casa la agradable tarde paso a segundo plano y su vida continuo como si nada, a la mañana siguiente el saludo de Lucas y Paulina fue un tanto frío, fue así como ella pensó que quizás la agradable sonrisa solo fue del momento y continuo realizando sus quehaceres. Pasaron así los días hasta que por hazar del destino nuevamente Paulina y Lucas se encontraron en una de las tantas comidas que otorgaba la pensión y fue ahí donde ella se atrevió a consultar si el tenía pareja, o que le contará más sobre su vida, una cosa llevo a la otra y terminaron confesando lo solos que se sentían ambos, esa soledad que quema por dentro, que provoca mal sabor de boca, ambos tenían familia incluso hijos, pero aún así vivir lejos de sus parejas o simplemente verlas de vez en cuando, era algo que atormentaba sus vidas, eran jóvenes con muchos años por delante, fue ahí cuando un tema en particular hizo eco en aquella conversación, la infidelidad, por su parte Paulina acusaba de coqueto a su marido (en particular con sus colegas), de ser un hombre despreocupado por su familia, de no ser detallista ni romantico con ella, mucho menos de preocuparse de su hijo Agustín, esta conversación llevo a qué tanto Paulina como Lucas desahogarán sus penas y angustias con el otro, la conversación fluyó como agua que se drena desde una cañería rota, ya no habia forma de cerrar y detener aquella cantidad de agua, fue asi como al terminó de aquella noche Paulina y Lucas terminaron estando juntos en la intimidad, sus corazones se dieron un sutil toque, sus manos sintieron el calor del otro, pero esa chipa no fue suficiente, con ello terminaron por secar lo que ya sentían sus almas. Luego de aquel momento de intimidad, ambos se durmieron, o al menos ese fue lo que pensó cada uno, por su parte Lucas pensaba en su mujer, que aunque había discutido por problemas cotidianos, siempre lo esperaba con la mesa puesta, su comida caliente sobre la cocina, pensaba en su hija y en como ella calentaba sus pantuflas y desabrochaba sus zapatos, para que así él pudiera comer tranquilo, recordaba la voz de su pequeña mientras le contaba lo que había sucedido en la semana y en como su mujer le acariciaba el cabello mientras veían una película y podían conversar por horas de todo lo que había vivido en esos días de no verse, por su parte Paulina, pensaba en Agustín y en como sufriria si su relación se acabará, además Benjamin le había comentado en varias ocasiones que quería retirarse de aquel trabajo, que simplemente no lo hacía porque aún tenían que pagar el auto que usaba Paulina, tal vez, la distancia y el desinterés era culpa de ella, Lucas y Paulina comenzaron a sentir como aquella culpa les provocaba un hormigueo desde el estómago hacia la garganta, como la angustia apretaba sus cuellos y los comenzaba a dejar sin aire, sus corazones palpitaba tan rápido que su sonido se confundía con una estampida de caballos, y los pensamientos inundaron aquella habitación de la pensión, la luz de la luna quiso ingresar por la ventana pero al ver tal angustia prefirió retirarse y no intentarlo. La soledad que ambos llegaron a sentir en algún momento se vio borrada por la vergüenza de tener un cuerpo desnudo a su lado, las ganas de generar alguna conección con un otro, se cortó con la idea de besar unos labios que no provocaron palpitaciones en aquellos corazones, ya no había vuelta atrás, solo quedaba tomar su ropa y huir de aquellas acciones que habían manchado para siempre sus corazones. 

 

EL SABOR DE LA TRAICIÓN 

Besos color miel

piel con piel

sin calor ni sazón.

No existe una ocasión 

que apague el temor 

de lo que hicimos los dos.

Le fui infiel... 

porque si, toqué tú piel 

con deseos la besé,

luego yo me retracte.

más el acto entre los dos

ya era buen pacto de amor. 

Pues mi alma y mi cuerpo

te entregué sin más pretextos, 

solo me queda el sabor 

de tus besos sin calor. 

Pues la soledad yo quise 

liberar con tus caricias,

y mis manos aunque sucias,

ya tocaron en tu piel. 

Se acabó pronto el papel 

de la víctima farsante,

La que esconde al amante 

dentro de su mismo techo,

Donde yo presté el lecho 

para ese acto, impuro.

Que ha dañado mi virtud 

mi familia y mi futuro. 

 

*La infidelidad es un tema recurrente en nuestra actual sociedad es por esto que en base a miles de pretextos se adentran las parejas a cometer tan actos, es importante que hablemos de nuestros problemas, que conversemos con quién está a nuestro lado y dejemos claro lo que en realidad sentimos*

 

FÉNIX.-/🪶

 

 

Ver métrica de este poema
  • Autor: Fénix (Seudónimo) (Online Online)
  • Publicado: 12 de noviembre de 2025 a las 11:40
  • Comentario del autor sobre el poema: Aún hoy, existen personas que justifican sus acciones, es por esto que el diálogo es una de las bases para las relaciones, evitemos el romper corazones solo por un momento de duda, es importante el comentar, analizar y sobre todo saber que nos pasa, vivir en pareja no es fácil pero tampoco imposible Bello día y gracias por su tiempo en mi espacio.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 1
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.