Por la ventana de mi encierro miré pasar la vida en dos momentos;
cuadraba mi asiento, harto, sin nada más que una pluma,
y mis sentimientos, los garabatos danzaban.
Primero era joven, lleno de anhelos, viviendo de consuelo;
brotado de deseos reprimidos, que seguían brotando.
En el suelo…
el frío de mis pies traía un recuerdo:
de tanto a poco, de mucho a poco, y ahora, en silencio.
Este viejo cuarto, lleno de fragmentos,
guarda los momentos dionisíacos del pasado,
un infierno atrapado entre pensamientos esteparios;
que a veces solo fueron mujeres;
que a veces solo fueron cantar de los cantares;
que a veces solo fueron mujer de las mujeres;
que a veces solo fueron tabernas entre bares;
y que solo terminaron siendo placer de los placeres.
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Autor:
EL MAGO DE OZ (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 11 de noviembre de 2025 a las 03:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2

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