Opuse a mi amor el arma del olvido,
ocupé la razón con el nulo pensamiento,
aislé mi ser con el letal recogimiento
de la nada.
Mantuve el llanto enmudecido
fingiendo fortaleza estando herido,
negué a mis noches el furtivo ensoñamiento
con la felicidad, temiendo el enfrentamiento
con el destino infame que me verá vencido.
Impuse a mi imaginación el recluimiento
en el silencio angustioso de la soledad,
me arranqué la vida con la voracidad
del suicida incapaz de sufrir el sufrimiento.
Mas no te pude olvidar, mi bien querido,
y aunque oponga a mi amor el cruel presentimiento
de tu ausencia, estoy tan lleno en mi indigencia,
que sólo la muerte llevará mi sentimiento.
JOSE ANTONIO GARCIA CALVO
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Autor:
jagc (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 10 de noviembre de 2025 a las 12:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Nelaery, Jose de amercal, Poesía Herética, JUSTO ALDÚ, Tommy Duque, Salvador Santoyo Sánchez, Mauro Enrique Lopez Z., ElidethAbreu

Offline)
Comentarios1
Se alza como una elegía del amor imposible y del tormento que deja su sombra. El poeta convierte el olvido en un acto de guerra interior: una lucha entre la razón que busca olvidar y el corazón que insiste en recordar, la voz lírica avanza desde la contención del dolor hacia una rendición digna y trágica. El cierre, de una intensidad conmovedora, revela que ni la muerte es castigo, sino refugio; pues cuando el amor se vuelve esencia, ni siquiera el olvido puede aniquilarlo.
Saludos
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