Estabamos tú y yo

PECH

Estábamos tú y yo, y la noche

disfrutando de aquel derroche,

que fueron nuestros besos

que inspiraron a estos versos,

a escribirte sin temores

a la espera de los albores

y de la cándida huella

que tu mirada me deja

en el alma y sus alrededores.

 

Estábamos tú y yo, y la madrugada

sin decir ninguna palabra

acechando lo imposible 

de una manera risible

que gobierna la calma

y tus manos que me atan

a los mares de forma invisible

y al mirarme me siento invencible

y nosotros siendo una llamarada.

 

Estábamos tú y yo, y el viento

que susurra mi oído con tu acento

que persigue tu oído y te atrapa

así como lo hace la mañana

cuando el romance está pronto

y muy desde el fondo

mi corazón salvaje te clama

con la simpleza de la palabra

tus labios me rinden un te quiero.

 

Estábamos tú y yo, y el deseo

y al aire nuestra palmas en el cielo

y en la tierra, nuestros cuerpos

juntos sin remordimiento

esperando el fin de nuestra dicha

aunque temporal es bendita

nunca se apagará el fuego

que hace cenizas cualquier ego

cuando de un beso se propicia.

 

Estábamos tú y yo, y el tiempo

alejados de la realidad y el hecho

conociendo a tu lado la luna

y de este amor que procura

surgir como lo hace el trueno

ese que ruge con estruendo

dándo un golpe de conciencia y ternura

así que no existe ninguna

como tú, la mujer que tanto quiero.

 

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