Anoche te soñé.
No estabas,
pero el aire se llenó de ti,
como si tu alma pasara despacio
por los bordes de mi memoria.
Te busqué en la penumbra del sueño,
entre voces que no eran tuyas,
entre sombras que mentían tu forma.
Y sin embargo,
cada rincón tenía tu olor,
cada silencio tu manera de callar.
A veces creo que sigues ahí,
detrás del velo que separa
la vigilia del recuerdo,
esperando que cierre los ojos
para volverme a mirar.
Hay noches en que el viento te imita,
susurra palabras sin sentido,
y aun así mi corazón entiende.
Lo llama por tu nombre,
como si al nombrarte
pudiera hacerte volver.
Despierto,
y la luz me hiere con ternura.
Sobre la almohada
queda un hueco tibio,
como si el sueño no quisiera irse.
Entonces lo entiendo:
no eres tú quien vuelve,
soy yo quien no sabe dejarte ir.
Porque en mis sueños, amor,
todavía existes,
todavía respiras,
todavía me amas…
y al despertar,
todo eso muere otra vez.
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Autor:
Luz del Ocaso (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 7 de noviembre de 2025 a las 14:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR

Online)
Comentarios1
Entonces lo entiendo:
no eres tú quien vuelve,
soy yo quien no sabe dejarte ir.
Gracias amigo Luz del Ocaso.
Muy bien logrado mensaje de amor.
Saludos.
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