La Historiadora villana - capitulo 2

       Katherine sonrió con un destello de diversión en los ojos y le dijo a Ethan: "¡Qué bien guardadito te lo tenías!". Su voz temblaba ligeramente, delatando las ganas de reír.

Ethan se apresuró a responder, incómodo: "No es eso... Es solo que pasó mientras tú estabas de vacaciones y no contestabas el celular".

Katherine se burló de él con una sonrisa: "Perdóname, sabes que mis padres odian que estemos conectados cuando pasamos tiempo en familia".

"Lo sé", admitió Ethan. "Y además, no les hemos encontrado hasta ahora. Será historia para otro momento".

Katherine levantó una ceja, intrigada. "Claro, espero con ansias lo que hiciste mientras no estaba", dijo con tono burlesco.

La cara de Ethan se tornó de un rojo intenso, y una sensación de miedo se apoderó de él ante la perspectiva de tener que explicar su situación frente a Dania.

Katherine intervino, salvando a Ethan de la incomodidad. "Bien, Dania, creo que deberíamos presentarnos como se debe. Soy Katherine Murphy, prima preferida de Ethan", dijo con voz suave y educada.

Dania se quedó anonadada al escuchar la revelación. "Murphy" era el apellido de una de las familias más poderosas de la ciudad, herederos de la gigante corporación Nexus Global. La sorpresa la dejó sin palabras.

Cuando recuperó la compostura, Dania se presentó: "Perdón, mucho gusto. Soy Dania Torres, y mis padres están ingresando al mundo empresarial".

Katherine abrió los ojos con sorpresa. "¿Torres? ¿Eres la hija de don Felipe Torres y Blanca García, los nuevos empresarios que vienen de Chile?"

Dania asintió, impresionada de que Katherine conociera a sus padres. "Sí, soy su hija".

Katherine sonrió con admiración. "Es increíble. Uno de los emporios más nuevos que ha crecido tan rápido es lo más hablado dentro del círculo social. Tus padres son increíbles. ¿Debes estar orgullosa?"

Dania sonrió, aunque con una sombra de tristeza en los ojos. "Claro que lo estoy. Ellos lograron en poco tiempo lo que muchos de nuestros familiares fallaron al intentarlo... Solo a veces quisiera que también se preocuparan de nuestra familia, que dejaron de lado por lograr lo que nadie más pudo".

Katherine miró a Dania con pena en los ojos y se disculpó por hablar de más. "Lo siento, no debí mencionar eso".

Dania sonrió con una expresión angelical y le restó importancia. "No te preocupes, estoy consciente de que todo es por el bien de nosotros y mejorar nuestras vidas. A diferencia de lo que ellos debieron enfrentar, debe haber sido mucho más duro que esto".

La sonrisa de Dania iluminó el rostro de ambos amigos, que se miraron asombrados por la madurez y la belleza que emanaba de ella. Mientras retomaban el camino hacia la salida del instituto, siguieron charlando de cosas sin sentido y compartiendo gustos y preferencias musicales.

Por primera vez desde su llegada a Nueva York, Dania sintió que el miedo y la sensación de pérdida se desvanecían ante sus ojos. Todo parecía brillar con nueva intención, y las amistades que había logrado en solo unas pocas semanas se sentían más valiosas que nunca. La ciudad, que antes parecía intimidante, ahora se desplegaba ante ella con posibilidades y promesas.