“Blue y Bin: La Justicia del Bosque”
Había una vez, en un bosque lleno de flores de todos los colores, dos perritos muy especiales.
Uno se llamaba Blue, porque su pelito era del color del cielo.
El otro se llamaba Bin, porque brillaba como el sol al amanecer.
Blue y Bin eran los mejores amigos.
Jugaban todo el día, corrían detrás de las mariposas y compartían su hueso favorito.
Un día, mientras jugaban a la pelota, la pelota rodó y cayó dentro de una cueva.
De la cueva salió un pingüino con sombrero, llamado Pingo.
—¡Oigan! ¡Esa pelota casi me pega en el pico! —dijo, moviendo sus alitas.
—Perdón, Pingo, no queríamos asustarte —respondió Blue, muy educado.
Pero antes de que pudieran recoger la pelota, apareció Leo, el leopardo veloz, rugiendo:
—¡Esa pelota es mía! ¡Yo la vi primero!
Blue y Bin se miraron confundidos.
—Pero... la pelota es nuestra —dijo Bin—. Se nos cayó sin querer.
Pingo, el pingüino, decidió llamar a dos amigos para ayudar:
Uno era Sofi la Tortuga, muy sabia y tranquila,
y el otro era Brinco el Conejo, rápido y curioso.
Los seis se reunieron bajo un gran árbol para resolver el problema.
Blue explicó cómo la pelota se había rodado hasta la cueva.
Leo dijo que la había visto y pensó que era suya.
Pingo solo quería que no lo golpearan más pelotas.
Entonces Sofi la Tortuga habló con voz suave:
—Niños, esto se llama justicia.
La justicia es cuando todos decimos la verdad y recibimos lo que es correcto, no solo lo que queremos.
Brinco el Conejo saltó y dijo:
—¡Podemos hacer una prueba! ¡Veamos de quién es la pelota! ¿Tiene alguna marca?
Blue sonrió y mostró que la pelota tenía su nombre escrito con letras grandes:
✨ “BLUE Y BIN” ✨
Todos rieron. Leo el Leopardo bajó la cabeza.
—Perdón... pensé que era mía. No miré bien.
—No pasa nada —dijo Bin—. Si quieres, puedes jugar con nosotros.
Sofi sonrió satisfecha.
—Eso es justicia: reconocer cuando uno se equivoca, compartir y ser justos con los demás.
Desde ese día, los seis amigos aprendieron que la justicia no se trata de ganar, sino de hacer lo correcto.
Y así, cada tarde, jugaban juntos en el bosque, donde todos compartían, reían y se trataban con respeto.
🌳✨ Y colorín colorado, este cuento justamente se ha acabado. ✨🌳
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El Misterio de las Galletas Desaparecidas
En un hermoso parque donde los árboles son gigantes y las flores cantan canciones suaves, vivían Blue, Bin, Rayitas, el leopardo Leo y el pinguino Pipo. Blue era una perrita azul muy curiosa, Bin su hermana, una perrita naranja muy juguetona, y Rayitas una cebra llena de energía. Leo, el leopardo, era conocido por su gran corazón, y Pipo, el pingüino, por ser muy observador.
Un día, la Abuela Rita horneó unas deliciosas galletas de miel. ¡Eran las favoritas de todos! Las dejó enfriando en la ventana, pero cuando regresó… ¡las galletas habían desaparecido!
—¡Oh, no! ¿Quién se llevó mis galletas? —exclamó la Abuela Rita, muy triste.
Blue, Bin, Rayitas, Leo y Pipo se ofrecieron a ayudar a resolver el misterio.
—¡Seremos detectives! —dijo Blue emocionada.
Primero, interrogaron a Rayitas.
—Rayitas, ¿viste algo sospechoso?
—¡Yo estaba jugando a las carreras! ¡Soy muy rápida, no vi nada! —respondió Rayitas, moviendo sus rayitas de un lado a otro.
Luego, hablaron con Leo.
—Leo, ¿sabes algo sobre las galletas?
—Estaba ayudando a un pajarito a encontrar su nido. No me acerqué a la ventana —dijo Leo, con su voz suave.
Finalmente, preguntaron a Pipo.
—Pipo, tú siempre estás atento, ¿viste algo?
Pipo se puso a pensar, moviendo su cabeza de un lado a otro.
—Vi a alguien pasar cerca de la ventana… ¡era Blue!
Blue se sorprendió.
—¿Yo? ¡Pero yo no tomé las galletas!
Todos miraron a Bluey con duda. Blue se sintió muy triste.
—¡Es injusto! ¡Yo no fui! —exclamó Blue, con lágrimas en los ojos.
Bin, que siempre creía en su hermana, dijo:
—¡Tenemos que encontrar pruebas! ¡No podemos acusar a Blue sin saber la verdad!
Así que, los cinco amigos decidieron buscar pistas. Revisaron el parque, olieron alrededor de la ventana y buscaron migas de galleta. De repente, Leo encontró algo brillante en un arbusto.
—¡Miren! ¡Una pluma azul! —exclamó Leo.
Todos se dieron cuenta de que la pluma era de un pavo real que vivía cerca del parque y que le encantaban las galletas. Fueron a buscar al pavo real y lo encontraron comiendo las últimas galletas de miel.
—¡Fuiste tú! —dijo Bin, señalando al pavo real con una sonrisa.
El pavo real se sintió avergonzado y devolvió las galletas que quedaban. La Abuela Rita se puso muy contenta y le dio una galleta al pavo real por ser honesto.
Blue se sintió aliviada.
—¡Sabía que no había sido yo! —dijo Blue, abrazando a Bin.
Todos aprendieron que es muy importante ser justos y no acusar a nadie sin pruebas. La justicia es buscar la verdad y asegurarse de que todos sean tratados con respeto.
Y así, Blue, Bin, Rayitas, Leo y Pipo siguieron jugando en el parque, siempre recordando la importancia de la justicia y la verdad.
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Autor:
Luis de leon (
Offline) - Publicado: 6 de noviembre de 2025 a las 13:23
- Comentario del autor sobre el poema: Estos dos cuentos se los hizo mi princesa contándole una historia sobre la justicia la importancia que es decir la verdad investigar antes de que ese problema se haga más grande este es una historia que le conté a mi hija ya que ella le encargaron un cuento relacionado hacia la justicia y esto fue lo que nos inspiró a los dos
- Categoría: Infantil
- Lecturas: 1

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