Hoy, cinco de noviembre, frente a la Luna de Castor, me vi distinta,
ya no la amiga, sino un alma que ansía.
Un querer que mutó, secreto en la tinta,
de amistad pura a una dulce agonía.
Callé por miedo, sombra del rechazo,
sabiendo que en tus ojos no hay reflejo,
de la mujer que anhela tu regazo,
un amor que nació de un abrazo eterno.
Pero hoy, valiente, rompí el silencio,
y te confesé este sentir profundo.
Tu "no" fue un eco, un nuevo comienzo,
liberando mi ser de este torbellino.
Agradezco tu honestidad sincera,
pues me devolviste a mi risa olvidada,
a la libertad que antes era quimera,
y a mi alma que ya no está atada.
Entendí al fin, con claridad serena,
que mis ojos te vieron con ilusión,
hallando en ti la parte que me llena,
y no un amor real, sino una invención.
Hoy me libero, renazco completa,
sin la carga de un amor no pedido.
Vuelvo a ser yo, dueña de mi meta,
agradecida por haberte conocido.
-
Autor:
Kmony Quiñonez(monina) (
Offline) - Publicado: 6 de noviembre de 2025 a las 00:22
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3

Offline)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.