.MATERIA VIVA: LATIDOS DEL ALMA
No nací para descifrar el mundo,
sino para sentirlo en carne viva:
cómo se quiebra y renace en mí,
cicatriz y esperanza.
Para ver el hambre reflejada en otros ojos
y sentir su eco en mi propio estómago,
perdiendo así la paz.
Para amar con la torpeza honesta
de quien busca a tientas el idioma del alma,
y aun así, persiste, tropieza y se levanta,
en cada latido.
He sido ruina y desierto,
pero también canto y oasis,
el grito ahogado en la ciudad de asfalto,
la plegaria silenciosa.
A veces, la rendición me seduce,
pero la vida me rescata:
la risa de un niño, melodía sanadora,
el abrazo de la tierra húmeda, consuelo,
el palpitar de quien aún confía, testarudo.
Y entonces lo sé:
no somos deidades intocables,
ni bestias salvajes,
sino pura materia viva,
un crisol de emociones,
que, a pesar de todo,
se aferra al sentir, al latir.
© Corazón Bardo
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Autor:
CORAZÓN BARDO (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 5 de noviembre de 2025 a las 23:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 6
- Usuarios favoritos de este poema: Jose de amercal, corazónbardo

Offline)
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