Hay una necesidad en mí
que no tiene forma,
que no se ve,
pero pesa, arde,
me consume.
Es tu ausencia,
esa que no se llena con nada,
que quedó incrustada en mi ser
como un suspiro sin final.
Tú,
que llegaste sin pedir permiso
y te hiciste espacio
en lo más profundo de mi alma,
no te fuiste…
aunque la vida nos haya llevado
por caminos torcidos,
aunque no se dieran las cosas
como ambos soñábamos.
Yo sigo aquí,
con la mitad de mi esencia
viviendo en ti,
con el pecho abierto
y tu nombre latiéndome dentro.
Es un amor que no grita,
pero duele.
Es un amor que no se muestra,
pero está.
Es el amor que me marca
en cada respiro,
el que me vuelve vulnerable,
el que me vacía
cuando la noche cae
y no estás.
Te pienso siempre.
No hay hora sin ti,
no hay gesto que no me recuerde
lo que fuimos,
lo que no alcanzamos,
lo que aún vive,
porque sí, amor…
vive.
Te sueño,
y en cada sueño
te toco como si fueras mío aún,
como si el mundo no pudiera separarnos
del todo.
Mi corazón,
ese que una vez miraste
con dulzura y decisión,
ese que se entregó sin límites,
ese que es tan tuyo
que no sabe ya cómo ser sin ti,
late por ti todavía.
Y si me quedé callada,
si alguna vez fingí que seguía,
hoy te digo la verdad más honda:
te necesito.
No de un modo simple,
sino como se necesita el aire,
la luz,
la vida.
No sé cómo amar a medias,
y tú, mi amor,
fuiste y sigues siendo
mi entrega más pura,
mi ternura más plena,
mi mayor verdad.
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Autor:
Poemas De Una Mente Joven. (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 5 de noviembre de 2025 a las 14:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2

Offline)
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