La niebla cae sobre los recodos
de mi alma infesta, llena de fiesta;
vacío subyace, ya nada gesta,
parte de un Dios, dios cruel de los beodos.
Vidas sinérgicas de lagópodos,
nada se suma, pues el todo resta;
vida que sirve, vida que molesta,
mesa que sostiene todos los epodos.
Las carencias son pura deferencia,
rosas en flor y acciones en vela;
ya todo lo que existe llama a la prudencia.
Todo aquello que llama nunca vuela,
planeos hay solo en consistencia,
ojo por ojo, y muela por su muela.
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Autor:
Alosno (
Offline) - Publicado: 5 de noviembre de 2025 a las 07:02
- Comentario del autor sobre el poema: Nos vemos en los siguientes versos
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: JoseAn100, Hernán J. Moreyra, Mauro Enrique Lopez Z., Javier Julián Enríquez, Nelaery, ElidethAbreu, Carlos Baldelomar

Offline)
Comentarios1
Muchas gracias, Alosno, por este reflexivo soneto, en el cual es posible vislumbrar la dualidad entre la vida y la muerte, el vacío y la plenitud, que se manifiesta en cada verso, y que revela la búsqueda de sentido en un mundo efímero. De este modo, las «carencias» y las «rosas en flor» nos invitan a reflexionar sobre la fragilidad y la belleza de la vida, al tiempo que nos recuerdan la importancia de la prudencia ante la incertidumbre.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
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