La Última Mirada

Alma Eterna

Lorena, era una joven de veinticinco años, estudiante de diseño, siempre quiso exponer sus creaciones a los demás y que mejor forma que a traves de esta profesión, soñadora, idealista, amante de la lectura y los poemas de amor, era una romántica por naturaleza soñaba con conocer el amor y poder vivir plena luego de eso, a su edad había vivido y conocido el lado dulce y agraz de la vida, tenia penas en su corazón que no le contaba a nadie, sus pasatiempos favoritos eran momentos en la naturaleza, se inspiraba en sus diseños a través de esto, podía pasar horas mirando pequeños árboles, flores, o las mismas aves ir y venir a sus nidos. Era una joven de tes clara, ojos marrones, cabello largo, semi ondulado, labios gruesos color carmín, típico tono de poema romántico, un día sin previo aviso Lorena comenzó el viaje a uno de sus lugares preferido, ahí era donde ella podia pensar y sentir lo que quisiera, nadie juzgaba sus actos ni su forma de ser, ahí la joven lograba ser ella misma, gritaba, cantaba, reía, lloraba y podia liberarse. Ese día luego de una mañana de viaje, Lorena se encontró de pronto mirando al cielo, era uno de esos atardeceres que enamoran, la luz caía en rayos sutiles, las nubes reflejaban de forma armoniosa una gama de colores en tonos azules, rosados, naranjos y amarillos, ella veía como aquella primeras estrellas brillaban a lo lejos, siempre le había gusta mirar hacia arriba, decia que la vida sobre las nubes era poesia, ese día admiro el cielo por varios minutos y de pronto este maravilloso cielo comenzo a alejarse, y conforme pasaban los minutos más y más lejos se veía, entre ella y el cielo se atravesó un manto de cristal con ondas en movimiento, el cual disipaba y dejaba la vista por momentos deformes, Lorena flotaba en aquel instante, sus pies no tenian un suelo en el cual pararse, era un alma siendo liberada de sus ataduras, todos estás imágenes era acompañada en aquel momento por un tenue sonido particular, similar a las burbujas al momento de explotar una tras otra, luego un zumbido y por último silencio, la presión generaba que su cuerpo se fuera apretando, aún así ella no oponía resistencia alguna y solo se dejó llevar por el instante, el cielo cada vez más lejos pero aún así, hermoso como siempre ... Lorena entrando en un sentido de calma, inhalo por ultima vez sin despegar los ojos de aquel atardecer en el lago, su lugar favorito, su momento en calma, pensando solo en lo bueno de su vida, aquellos ojos marrones brillaban como aquel faro que guía a los barcos en la mar... Lorena busco por tanto tiempo un silencio que la ayudará a estar tranquila, y pudo encontrar la calma que necesita no sobre el lago, sino dentro de él... Ella cerro sus ojos y se hundio en paz.

 

DANZA EN EL LAGO 

 

Tus ojos marrones 

Cautivan sin más 

Destellos de luna 

Y estrella fugaz

Lorena mi niña 

Que bella que estás 

Reflejo de cielo 

En el agua se va 

Tu cuerpo danzante 

Se mueve al compas 

Del viento que sopla 

En el lago aquí estás 

Tu mirada fija 

Se libera al fin 

Tu alma que grita 

Rompiendo cadenas 

Lorena mi niña 

Tu peso, tu pena 

Se ahogan contigo 

Y te dejan seguir.

 

*Existen tantos casos como Lorena, jóvenes atrapados en sus propios problemas, sin la posibilidad de contarle a sus cercanos, por eso abracen, vivan y convivan con los suyos, mañana puede ser tarde*

 

FÉNIX.-/🪶

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  • Autor: Fénix (Seudónimo) (Online Online)
  • Publicado: 4 de noviembre de 2025 a las 00:51
  • Comentario del autor sobre el poema: Hablemos de Lorena, todos conocemos a alguna Lorena en nuestras vidas... Mañana puede ser tarde. Bello día a cada uno
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 2
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