03 de noviembre.
El reloj de la sala suena.
Intento dormir en el sillón,
porque ya no sé si tengo cuarto,
ni si algún lugar me espera.
Tic tac.
El tiempo respira a mi lado.
Tic tac.
El silencio se estira en la casa.
Llegaste como un destello,
una breve ilusión de calma,
una luz que tocó mi mundo cansado
y le dio un respiro al alma.
Y eso que nunca te he tocado,
solo en mis sueños tomé tus manos.
No hubo deseo, ni cuerpo,
solo algo puro, casi sagrado.
Creí que por fin pertenecía,
que el ruido dentro callaba,
pero desperté del sueño
y otra vez la noche manda.
Tic tac.
El reloj repite su herida.
Tic tac.
El vacío se hace más largo.
Y aquí estoy, con mi soledad,
recordando tu forma de hablarme,
tu manera de hacerme humano.
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Autor:
Cronista sin puerto (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 3 de noviembre de 2025 a las 22:43
- Categoría: Reflexión
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Offline)
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