Soneto a un poderoso

Santísimo

¿Quién le dió su terrible poderío?

A un ser que mata a los que no merecen,

a aquellos que le admiran y obedecen.

Diablo de blanco, corazón impío.

 

Mentes nubladas de miedo baldío

que le aman locamente, palidecen

si realza lo que ellos aborrecen

(Esto es, hasta el peor de los hastíos).

 

Aún así, todos miran hacia él

para encontrar el sentido a su vida,

aunque ya saben como es él de cruel.

 

Pronto, cuando no quede una salida;

pronto, cuando ellos sepan sobre la hiel;

al renegar de él, será su caída.

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Comentarios +

Comentarios1

  • Santiago Alboherna

    me parece q es desacertado generalizar una experiencia personal



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