Soneto a un poderoso

Santísimo

¿Quién le dió su terrible poderío?

A un ser que mata a los que no merecen,

a aquellos que le admiran y obedecen.

Diablo de blanco, corazón impío.

 

Mentes nubladas de miedo baldío

que le aman locamente, palidecen

si realza lo que ellos aborrecen

(Esto es, hasta el peor de los hastíos).

 

Aún así, todos miran hacia él

para encontrar el sentido a su vida,

aunque ya saben como es él de cruel.

 

Pronto, cuando no quede una salida;

pronto, cuando ellos sepan sobre la hiel;

al renegar de él, será su caída.

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios2

  • Santiago Alboherna

    me parece q es desacertado generalizar una experiencia personal

  • Servus Dei

    Este mundo se esmera en someternos, nos nubla la mente; el gran poder del mal sobre la vida se lo dimos los vivos, que, aunque atados al mundo y a nosotros mismos no actuamos con esmero por librarnos de nuestra limitada mente.

    Saludos poeta, es bueno saber que hay quien sabe cómo son las cosas, Dios te bendiga y te guíe.



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.