Crónica de un sueño

Fabio de Cabrales


Contaré un cuento pequeño
que trata acerca de un sueño.
Suele decir la razón
que los sueños, sueños son.
Quien lo dice se equivoca
y tiene suelta la boca.
Aquí vengo a desmentir
a esa gente y su decir,
si me ayuda la memoria
a contarles esta historia
de Abelardo con Lucía,
que al amarse en su alegría
lucharon con gran vigor
por la dicha de su amor.


Abelardo fue un abate
que tenía el gran debate
de tener la fe castiza
y así esquivar la ojeriza
de los presíteros nobles
con sus morales inmobles
o atender al fuerte fuego
que con tantísimo ruego
su corazón impetuoso
reclamaba deseoso.


Pero el fuego los quemó,
y el castigo los halló.
Entre rezos y cadenas,
solo el alma se libera.
Lucía gritó su fe,
y Abelardo la perdió,
pues amar en tiempos fríos
fue morir por lo prohibido.


¡Oh, qué sentir más amable!
¡Y qué amor tan inefable!
Que late en el corazón,
como un golpe de esquilón.
Es el amor de Abelardo,
que resplandece cual nardo
para su amada Lucía,
su gran musa y poesía.
Almas atadas a un verso,
que trasciende el universo.
Amores de mil jardines.
con música de violines.
John Morales Arriola


Esto pasó entre pequeños
Como dijo Calderón,
Los sueños, sueños son:
Mas ellos logran sus sueños;
Ellos disfrutan risueños
Disfrutan de su pasión,
Vencen toda imposición
Y dan vida a sus empeños;
Abelardo con Lucía
Protagonizan mi historia
Y viven con alegría;
Viven entre armonía
Con una entrega notoria:
Hicieron su noche, día…


En jardín de luz, árboles de cristal
y flores de fuego que el alma traduce,
mientras un río de estrellas fluye lento.
*
El aire huele a jazmín
cada paso una melodía,
del mar inmenso con olas
que son libros que se abren,
y en cada página, una silueta
de antiguos anhelos que renacen.
*
Me sumerjo sin aliento,
sin reparo, el agua me abraza,
me disuelve en nada
y siento que soy pez,
que soy la espuma de la madrugada,
que soy un grito de un silencio claro.
*
Despierto, la luz de mi ventana pinta el día,
la crónica de aquel sueño me rescata,
una verdad secreta, una vía, que en el fondo
del ser se dilata.
*
Y aunque se esfuma el rastro de su huella,
sé que algo en mí ya nunca más será lo mismo,
tocó mi alma y una profunda insertidumbre
bajó y subió por un inmenso abismo.

Violeta


Soñaron de noche y dìa
el Amor creò la porfìa
y se amaron con valentìa
guarda el poeta en su memoria
aquella hermosa historia
de Abelardo y Lucìa
que al amarse en su alegrìa
lucharon con gran vigor
por la dicha de su Amor.
Henry Alejandro Morales
Arquitecto del Amor
Venezuela


Mundo muy bello de sueños
Para niños muy risueños
Abelardo y su alegría
Lucía su compañía
La pareja es muy simpática
viejo tuerto y ella dramática
Un jardín del amor vivo
Cuenta el trovador activo


pero vamos a ver, sabéis leer el puto enunciado? entre unos que explican lo que les sale de los cojones, otros que usan la rima que les apetece y luego otro que ya para colmo, el muy gaznápiro escribe en prosa. Os habéis lucido, poemas del alma.


NOTA IMPORTANTE: A ver, al parecer mi intento de unificar a todos mediante la métrica y la rima no se pudo. Hasta la parte de John Morales, íbamos bien. Al parecer no a muchos les gusta leer las indicaciones, por lo que debiera ser este el cierre del poema. Un fracaso total.

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Comentarios +

Comentarios2

  • Hermes Antonio Varillas Labrador

    Sueño de Lucía y Abelardo
    que ya parece una poesía,
    más que poesía, una elegía
    de tragedias yo me guardo,
    les cedo alegrías por fardo
    como dice un insigne escritor,
    refiriéndose al cruel dolor
    entre la risa y el llanto
    es bueno ponerle cilantro
    y me inclino por más amor.
    *
    Hermes Varillas Labrador
    & #ElArcoIrisDeLosNiños

  • versos finitos

    Felicidades poetas por sus atinados versos que supieron hilar. Yo llegue tarde con mi pluma a rastras y mi tintero a medias en la espalda castigada por el tiempo. Así suele pasar. Les felicito



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