__Sin querer saber__
El cuerpo lo grita antes que la mente,
los ojos lo dicen sin permiso.
He fingido olvido
como quien cierra un libro
que aún late entre las manos.
No quería,
pero la noche pronuncia nombres,
y el viento los repite
como si fueran plegarias antiguas.
Saber…
es volver a sentir,
aunque uno se prometa no hacerlo.
EmilioDR
11/01/25
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Autor:
EmilioDR (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 1 de noviembre de 2025 a las 17:09
- Comentario del autor sobre el poema: Hay cosas que hubiésemos deseado no saber. Cortas letras libre de rimas para recordar cosas que sabemos y que nos negamos a aceptar y hasta fingirnos no saber. Saludos poetas.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 187
- Usuarios favoritos de este poema: Salvador Santoyo Sánchez, Antonio Pais, Sierdi, Lualpri, Javier Julián Enríquez, Alexandra I, Mauro Enrique Lopez Z., Emilia🦋, mauro marte, Mª Pilar Luna Calvo, MISHA lg, Hernán J. Moreyra, JUSTO ALDÚ, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, Lucía gómez, William Contraponto, Poesía Herética, rosi12, Jose de amercal, Santiago Alboherna, Baltasar tarso, Gloria Villanueva, Cosas que nunca os he dicho..., Tito Rod, Gonzalo Márquez Pedregal, 🍷✨️MariPD, Raiza N. Jiménez E.

Offline)
Comentarios7
Muy bueno.
Saludos Emilio DR
Gracias estimado Salvador por su paso por mi poeta y dejar sus huellas en el mismo.
Un placer saludarle.
Muchas gracias, amigo Emiliano, por este bello poema, que constituye una excelente meditación sobre la naturaleza del conocimiento, la memoria y la inevitable conexión entre el cuerpo y la mente.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio.
Gracias estimado Javier Julian por tus palabras las cuales agradezco en tu comentario por identificar esa conexión del sentimiento y el amor.
Un placer saludarte amigo.
Es que al saber adquieres conciencia y es más difícil hacer que no es verdad algo, me gustó Emiliano, abrazo alado
Gracias estimada Dulce por pasar y dejar tus huellas en mi portal.
Un placer saludarte desde la distancia.
Muchas de esas cosas que en alguna ocasión no hemos querido saber al final ocurre que se llega a saber pasado un tiempo; la cuestión es qué efecto sobre esas cosas ha ejercido el tiempo, los años, máxime cuando sabemos, por haberlo comprobado en ocasiones, que los años borran algunas cosas, tergiversan otras y a veces hasta nos dan otra mirada de los hecho.
Gracias por tus letras.
Gracias Nkonek por tu comentario el cual comparto contigo y agradezco tus palabras y tiempo para pasar por mi poema y dejar tus huellas en mi portal.
Saludos cordiales desde la distancia.
Amigo Emiliano,
Tu poema es un suspiro que no se deja callar.
Es el cuerpo confesando lo que la mente quiere esconder,
como si el olvido fuera un acto teatral
y el recuerdo, un animal que respira entre las páginas cerradas.
Hay algo sagrado en ese viento que repite nombres,
como si cada uno fuera una oración que no se olvida.
Y ese saber que duele…
no es conocimiento, es piel que recuerda,
es la noche que murmura lo que juramos no volver a sentir.
Tu voz, sin querer, se convierte en eco de todos los que han amado sin permiso.
Gracias por compartir.
Saludos,
-LOURDES
Gracias estimada amiga Lourdes por tu análisis es tu comentario el cual agradezco mucho y aprecio tu tiempo para pasar por mi portal y dejar tus huellas en el mismo.
Un placer saludarte nuevamente.
Lo mismo aquí.
Un abrazo,
-LOURDES
asi es poeta a veces no admitimos
hermosas letras gracias por compartir
El cuerpo lo grita antes que la mente,
los ojos lo dicen sin permiso.
He fingido olvido
como quien cierra un libro
que aún late entre las manos.
No quería,
pero la noche pronuncia nombres,
y el viento los repite
como si fueran plegarias antiguas.
Saber…
es volver a sentir,
aunque uno se prometa no hacerlo.
besos besos
MISHA
lg
Gracias estimada Misha por tu apoyo a mi portal y agradezco tu comentario y tiempo para pasar y dejar tus huellas en en mi poema.
Un abrazo virtual desde la distancia.
Bueno mi hermano, este poema es un susurro contenido entre la memoria y la negación, una confesión que no busca respuestas, solo desahogo. La autora (o el yo lírico) expone con sutileza ese instante en que el cuerpo delata lo que la mente intenta ocultar: el amor no resuelto, el recuerdo que aún tiembla en la piel. La imagen del “libro que aún late entre las manos” es magistral: resume la imposibilidad de cerrar del todo una historia que aún respira. En su brevedad, el poema logra una hondura emocional admirable: el saber se vuelve herida, y el olvido, una ilusión piadosa.
Saludos
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