Un milagro

Un milagro iba caminando por la vereda, con las manos en los bolsillos tarareando despacito casi se diría en paz. Nadie le prestaba atención, se lo llevaban por delante y no porque fuera bajito…se diría que no lo veían, que no se detenían a observarlo...lástima, porque no solo era un prodigio sino también tenía unos hermosos ojos castaños y un lunar al lado del labio que lo hacía muy sensual.

Él sentía que todos lo negaban, ya que no creían en su existencia, por eso no entablaban relación con su mágica presencia.

Un milagro es un pequeño regalo que muchos no ven, a veces por ignorancia, otras veces por miedo o desconfianza. No podía hacer daño porque ni garras ni uñas tenía…por eso él deambulaba buscando donde sorprender, para hacer realidad algún anhelo de los que guarda la gente en su mundo cerebral y no están sostenidos con alfileres sino por raíces de verdadera intensidad.

Él era el intérprete del espíritu Santo, aquella paloma blanca que desea Ser…milagro, en tus manos, en tus ojos, en tus labios, pero todos emitían sus juicios de la percepción, pequeñísima porción de la visión que cada uno observa desde su mundo.

Un milagro se produce en un instante… por eso debemos estar atentos y con mucho esfuerzo quitar las barreras y los impedimentos mentales…para con una sonrisa recibirlo cada día.