Oh, dulces suspiros, en un suave tono,
les pido disculpas por la represión;
les lloro en forma de honor,
los libero como una tradición.
Oh, bellos suspiros,
llenos de amor y un aire oscuro en su interior;
permítanme liberarlos ante Dios;
ante las estrellas que reflejan la brillante grandeza en su interior.
Los veo iluminando todo un cielo,
culpándome de su desentierro;
guíenme hacia mi destino,
les prometeré que la represión no estará en ustedes otra vez,
será parte mía esta vez.
Oh, suspiros apenados,
déjenme refugiarlos,
abrazarlos con mi corazón,
sanarlos con mis palabras,
con una mirada sagrada.
Exhalaciones frustradas que se incrustan cada vez más en mi estómago,
les ruego, no me castiguen más.
Por favor, concédanme aquel poder,
de ver lo que mis ojos no ven,
de comprender el por qué.
Me escondo en mi caparazón otra vez,
atemorizada del renacer,
díganme ¿Qué tengo que hacer?
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Autor:
Olivia quizás (
Offline) - Publicado: 31 de octubre de 2025 a las 20:16
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema tiene un trasfondo muy significativo para mí, gracias a él, gané el segundo lugar en un torneo, y eso fue la causa de que mi voz tomara fuerza, para seguir siendo escuchada y valorada. Creo que haberme anotado en ese torneo fue de las mejores decisiones que pude haber tomado en mi vida, sin eso, quizás hoy no estaría compartiendo mis versos, lo más preciado que tengo.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Gustavo Affranchino, Mauro Enrique Lopez Z., Alma Eterna, Poesía Herética

Offline)
Comentarios1
Este poema sin duda nos es cercano a muchos, si no a todos.
Qué hacer... creo que seguir suspirando tranquila. La sustancia de las almas es amor (como que están hechas de eso). Y la respiración en casos como esos, alimenta el alma. ¡Qué interesante poema! poetiza Olivia. Muchas gracias.
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