Tu amor, mi tormento, mi dulce condena,
me eleva al cielo, y luego me envenena.
Un vaivén constante, de dicha y dolor,
un laberinto eterno, de pasión y temor.
Me mata lentamente, con cada desaire,
con cada silencio, que al alma me cae.
Me lleva al cielo, con tus besos ardientes,
y en un minuto, me arrojas a simas inclementes.
Este amor de toda la vida, es mi cruz,
un lazo invisible, que me ata a tu luz.
Y aunque sufra, llore, y me sienta morir,
no puedo alejarme, de ti, mi eterno existir.
Porque eres mi droga, mi dulce veneno,
mi cielo y mi infierno, mi eterno dilema.
Y aunque este amor me lastime, sin piedad,
no puedo vivir, sin tu dulce maldad.
Así es nuestro amor, un torbellino sin fin,
que me eleva y me hunde, y me deja morir.
Un amor de toda la vida, que me ata a ti con alegria,
aunque me mate lentamente, hasta el último día.
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Autor:
José de Amercal (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 31 de octubre de 2025 a las 17:35
- Categoría: Amor
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: Jose de amercal, Mª Pilar Luna Calvo, EmilianoDR, Gustavo Affranchino, Jaime Correa

Offline)
Comentarios2
Este amor de toda la vida, es mi cruz,
un lazo invisible, que me ata a tu luz.
Y aunque sufra, llore, y me sienta morir,
no puedo alejarme, de ti, mi eterno existir.
Gracias poeta y amigo.
El amor os atrapa sin escapatoria.
Me ha gustado mucho.
Saludos.
Gracias mi amigo por tomarte el tiempo de leer mis poemas un abrazo a la distancia
Muy buenas letras José.
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