LA CHICA FITNESS

A la distancia, era una chica, que no podía pasar desapercibida, con una figura cuidada, como esculpida a mano. Su pelo luchaba por lucir espontaneando al igual que su cara, las cuales denotaban un trabajo pretérito de algunas horas. La forma de tomar su energizante, ensayada y su mirada, que escaneaba el lugar, fingiendo que solo se entrenaba...

Ella tenía la falsa magia de un ilusionista de hacer girar todo el lugar a su alrededor, Una mujer ególatra no soporta que el más insignificante bicho la ignore, todos deben caer ante los resultados   de sus proteínas en polvo. No había espejo ni miradas que se resistieran a su paso; firme e inseguro al poner un peso más a su barra de entrenamiento habitual.

Nunca regresaba un saludo y odiaba que no la saluden. nunca recibió una mirada, un halago real y mucho menos una mirada limpia, solo lástima por su bello cuerpo y la pobreza de su alma y ausencia de intelecto. Debajo de todas esas horas de gimnasio y entrenamiento había carencia y pobreza. Los griegos tenían una frase del cuidado interno;

Ella, No estaba hecha para la vida, estaba hecha para espejos y seguidores, para leones hambrientos Esperando la mínima oportunidad. Sus ojos radiaban un brillo que deslumbraba a cualquier otra, fémina, que buscaban la parte más oscura del anonimato y las hacia invisible ante cualquier otra persona que no estuviera atrofiado de la vista.

Pero una mañana, llego su Waterloo, cuando el gimnasio se llenó de una luz diferente. Hasta las maquinas del gimnasio parecían ponerse a su disposición. La chica fitness, extraño la mirada deseosa de los hombres y de las otras mujeres y al buscar la causa, se encontró con aquel cuerpo, aquella cara y ese aire de profesora universitaria que irradiaba

Sentada en el sótano de la invisibilidad, compartido con las otras mujeres que arrojo una mañana, sintió la falsedad de sus espejos, de sus proteínas del halago y sobre todo esos saludos de falsa motivación. Fue entonces cuando entendió a su cuerpo, se despojó de la vanidad y el ego lo dejo, en la toalla desechable junto al sudor y le levanto un dedo al espejo.

LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO