La niebla del ayer (musicado)

Francisco Javier G. Aguado 😉



Valladolid se esconde tras la niebla,
la escarcha viste de blanco sus calles
el ambiente se tiñe de detalles
que empapan los rincones de tinieblas.

Ensombrecida y gris la pasarela
que atraviesa la vía por Delicias
titanes de carbón que sin malicia
vierten el humo gris, que sobrevuela…

Un niño de ojos tristes que lo mira
observando pensativo el tren que pasa
sucesión de vagones y de masa
impregnan su intelecto y su retina.

Regresa cabizbajo hacia su casa
guiado por su padre y compañero
las calles ya se sumen en silencio
perdido entre las fauces de la nada.

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Comentarios4

  • Alexandra I

    Sabes en verdad el tren tiene una magia que atrae la nostalgia, es llegada y partida, quizas ese lugar al cual soñamos ir, es el vivir que escapa, el tiempo sin ver mas que su ir y venir, a mi en particular me entristece, gracias por compartir tu poema tan cercano al sentir, un placer leerte.

    Un saludo cordial, feliz dia, Alex.

    • Francisco Javier G. Aguado 😉

      Gracias Alex.
      En concreto, esta escena del poema se centra aproximadamente en 1965. Corría el riesgo, al ser tan introspectivo y concreto en detalles de mi ciudad, que no se entienda bien lo que digo. Aunque tú has sabido sacar la esencia del mismo...aludiendo a ese tren de vapor, en blanco y negro, que nos sume en la tristeza y la melancolía...
      Saludos cordiales, feliz día y muchas gracias, reitero, por tu comentario.

    • EmilianoDR

      Un niño de ojos tristes que lo mira
      observando pensativo el tren que pasa
      sucesión de vagones y de masa
      impregnan su intelecto y su retina.

      Gracias amigo Francisco por las letras y el sonido.
      Me ha gustado muchísimo.
      Saludos 👋

      • Francisco Javier G. Aguado 😉

        Me alegro que te guste, Emiliano
        Son poemas que salen del fondo de mi corazón recordando aquella infancia que tuve en mi Valladolid natal.
        Ya me gustaría tener más habilidades poéticas y poder plasmarlo mejor, tal como lo veo con los ojos del alma

        Te mando un afectuoso saludo.

      • JUSTO ALDÚ

        Este poema evoca con delicadeza una Valladolid melancólica, envuelta en la niebla y en los ecos del pasado. Su atmósfera invernal y sus imágenes —la escarcha, el humo, la mirada del niño— construyen una escena casi pictórica, cargada de nostalgia y silencios. La métrica cuidada y el ritmo pausado refuerzan esa sensación de soledad contemplativa, donde la ciudad parece respirar al compás de los recuerdos. En el niño pensativo se condensa el espíritu del poema: la inocencia que observa el mundo gris y descubre en él la belleza melancólica del tiempo que pasa y del paisaje que se extingue.

        Saludos

        • Francisco Javier G. Aguado 😉


          Mil gracias ....
          Como siempre, Justo, 100% de acierto en tu análisis del contenido.
          Ya me gustaría escribir de bien mis problemas, con la mitad que tú los analizas. Con eso me conformaría de sobra.

          Te lo digo en serio.... Es todo un honor que analices el contenido de los poemas. Les das otro brillo 🔆

          Reitero las gracias, estimado poeta hermano, a la par que te envío un fuerte abrazo de hermano.

        • alicia perez hernandez

          Preciosos versos de tu hermoso Valladolid, interesante el relato del autor una historia que viviste en tu niñez. apareció leer y escuchar la canción. Un saludo poeta Francisco

          • Francisco Javier G. Aguado 😉

            Gracias mi estimada Poetisa .
            Es un honor que te detengas en mis letras. Gracias por tu tiempo en leer, escuchar y comentar
            Un abrazo vuele hacia ti



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