¡Aquí y ahora! ¡Qué besos los tuyos!

Aquí y ahora,
Para siempre, 
Tu respiración y la mía,
Tu boca que juega alegría,
Que explora modesta… ¡coquetería…!
Tus labios están de cacería,
Buscan los míos con alevosía,
Corren humeantes: de cortesía,
Viven al instante la etimología,
De la más sensorial y dopamínica algarabía,
La del ¡Beso! Que trasciende de los hechos y traspasa la palabrería…
El ¡Beso! que supera al temor y se amiga de la valentía…
El Beso que se piensa y no se piensa y se atina con puntería…
El que llega Justo al Alma sin medianía,
Que llega profundo y denso como la filosofía,
Que golpea fuerte y contundente, inmarcesible y creciente sin cobardía…

Tenía la esperanza de que el primer beso fuese de mi autoría,
Ser quien primero actuaría,
Pero me has besado antes de eso y con una cordial osadía.
Si en términos sarcásticos hablara, ¡Qué Beso de Agonía!,
Porque me ha quitado los males y ha traído alegrías,
Un Beso que se siente claramente no es de utilería,
No estaba formado esperando galanía,
Estaba purificado y diseñado para crearse y vivirse de estadía,
Para sentirse que una vida completa no bastaría,
Porque un montón de horas sin fin al final se querrían.
Porque luego de conocer tal lenguaje, las palabras nunca más se requerirían ni igualarían.

Y pues…
¡Qué miradas las que me compartías!
¿Y cuántos sonidos hermosos me regalarías?
¡Qué tanto y ya tuya me tenías!
¿Y qué tan de mí tú serías?
¡Qué caricias las que tus manos me daban mientras pícaras me sonreían!
¿Y qué tanto más soportarían mis dientes el reto de que tus labios no morderían?

¡Que Besos los tuyos!
Tan intensos que el pecho dolía, 
Que los minutos pasaban con notables mejorías,
Que creaban unas envolventes, imperturbables y distinguidas melodías,
Que si así era solo el comienzo, entonces ¿cómo sería lo que proseguía?
¡Qué Besos los tuyos!
Tan dulces de noche o de día,
Tan especiales que al final se sentía como que todo apenas comenzaría, 
Tan apasionantes como el fuego que hace a la joyería.
¡Qué Besos los tuyos de tan Perfecta armonía!
Tan poderosos que sentía que explotaría,
Y después de eso, ya nunca más usaría en la misma frase, tu nombre y la palabra lejanía,
Porque lo que más quiero tener contigo después de probar la potencia de tus besos es cercanía. 

Por eso, locura mía…
Puedo decir con total garantía:
¡Qué afortunada soy de tener los besos tuyos, porque creí que unos besos así nunca viviría!

16 de Abril del 2025
Caeli Paper

Aquí y Ahora.