El fiasco del Tesla!
Soñaba con ser moderno 
coche verde y reluciente  
con energía eficiente  
y un porvenir casi eterno.  
Mas el futuro fue infierno  
la pila ya no encendía 
y en mitad de aquel día  
quedó parado el teslita,  
como un caballo sin cita  
ni fuerza que lo movía.
En la ruta silenciosa  
iba el Tesla presumido 
de pronto quedó rendido  
su marcha tan victoriosa.  
La espera se hizo penosa 
no hubo enchufe ni señal
y el viaje triunfal  
se volvió comedia fría:  
sin batería, ironía, 
no existe avance global.
Decía “yo soy progreso 
el auto que no contamina”  
pero en plena recta fina  
lo dejó sin más regreso.  
El conductor, de embeleso  
ya no hallaba compañía  
ni sombra de batería  
que reanime su motor
quedó a pie, sin gran honor 
con la ciencia en sequía.
Un Tesla con gran promesa  
de futuro y de elegancia 
se detuvo sin constancia 
dejó su marcha en pereza.  
Quedó varado, en la empresa  
de viajar sin gasolina 
y la suerte repentina  
le jugó cruel travesura  
pues sin carga ni ventura  
se volvió simple vitrina.
El dueño miró el tablero 
sin un número de aliento 
y el silencio del momento  
le pesó cual derrotero.  
Ya no era coche viajero 
ni esperanza del planeta  
la avenida quedó quieta 
con su máquina en reposo
y un destino tan jocoso  
que hasta risa interpreta.
Alardeaba de futuro  
de ser rey de carretera
pero hoy sin su lumbrera  
ya no inspira tono puro.  
El progreso no es seguro 
si la carga se termina 
y en su ruta cristalina  
sólo queda la enseñanza:  
la esperanza sin balanza  
se detiene en la esquina.
© 2025 ElidethAbreu — Todos los derechos reservados.
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                        Autor:    
     
	Ellie (Seudónimo) ( Online) Online)
- Publicado: 30 de octubre de 2025 a las 12:16
- Comentario del autor sobre el poema: Letras no pulidas de cuando concluyeron cena y presentación del evento en recuerdo de Sandro, hubo un gracioso incidente: Una pareja asistió en su nuevo auto Tesla. Pienso que con intención de cuidarlo lo atravesaron en dos espacios, pero al salir, el reluciente vehículo no encendió y sin ningún resultado de varios intentos. Ante el grupo y el ruido de voces se acercó una patrulla de policía y luego otra. El oficial a cargo no podía hacer nada y de paso le aplicó una doble multa, una por aparcar de manera incorrecta y otra por haber ocupado un lugar para discapacitados. Estos vehículos eléctricos juegan esas malas pasadas y no todos los lugares tienen los cargadores para ellos. En lo personal no atraen los Teslas, el diseño me parece burdo y de mal gusto. Pero, para los gustos se hicieron los colores.
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 5
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque

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