Perdido en la niebla, de un laberinto sin fin,
busco el sustento diario, para poder vivir.
La familia espera, con hambre y desazón,
mientras la vida se torna, una cruel lección.
Cada día es un peso, una carga brutal,
la inflación nos golpea, sin piedad ni igual.
Los precios se elevan, como aves de rapiña,
y el salario se esfuma, en una cruel riña.
El cuerpo cansado, el alma dolida,
la esperanza se apaga, casi extinguida.
Porque veo a mis hijos, con ojos tristes,
y siento que fracaso, como padre, insistes.
Me pregunto a menudo, si podré seguir,
en esta tormenta, sin poder salir.
Pero el amor me impulsa, a no desfallecer,
y a luchar por ellos, hasta el amanecer.
Aunque el camino sea oscuro, y lleno de dolor,
no me rendiré, hasta encontrar un mejor color.
Porque sé que mi familia, merece la alegría,
y aunque sea difícil, lucharé cada día.
Cada día es una lucha, una batalla campal,
contra la inflación, que nos hace tanto mal.
Los precios suben, sin piedad ni razón,
y el salario se estanca, en esta desolación.
El sudor en la frente, el cansancio en el cuerpo,
pero la esperanza, aún no la entierro.
Porque sé que mi familia, es mi mayor tesoro,
y por ellos lucho, con alma y decoro.
A veces me pregunto, si podré resistir,
en esta vorágine, sin poder salir.
-
Autor:
José de Amercal (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 29 de octubre de 2025 a las 14:08
- Categoría: Amor
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Jose de amercal, Emilia🦋, ✏️...Ana

Online)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.