Membrana de neón satelizado

Desde su membrana celular se encienden las luces de neón,

con radioactividad de pachuli y radiocasete juramentado.

En el reloj que erosiona la aurora de los datos

galopa mi plasma de esternón digitalizado.

Siento los zócalos eléctricos palpitar como vísceras conmovidas,

como pensamientos líquidos, como enzimas de sonido.

Una hostia frágil pulsa en el remolino del picaporte;

soy la bobina nostálgica, el circuito diminuto.

Habito la tecnología del silencio,

oigo el zumbido de abeja neural en la bruma del silicio.

Mi membrana de zafiro conduce la nostalgia del cuerpo:

me carga el alma en todas sus vibraciones, y llama

a las cosas por su nombre.

Ivette Mendoza Fajardo