Decir «¡hola!»
para en unos años ni siquiera decir «¡adiós!».
Una historia hoy comienza,
y en algún lado una historia termina hoy.
Conocer gente nunca ha sido mi fuerte;
ninguna persona dura en mi vida.
Cuando volteo a ver, ya se han ido,
y yo continuo con mi soledad infinita.
El pesimismo resulta ser amigo,
en estos años es lo único que he conocido,
caminando de la mano como castigo,
acompañándome como un llavero del destino.
Vivir sólo, a pesar de estar rodeado,
fingir vivir, para ocultar que muerto he estado.
No hallo forma de ganar
cuando todo simplemente parece decepcionar.
Quizá la vida resulte siempre así
o quizá mi vida sea siempre así...
ver tantas caras sonreír,
envidiar aquello que nunca lograré conseguir.
Ver en otros rostros aquella sonrisa
que quisiera para mí.
Pero eso sería mucha envidia,
y yo estoy cansado de vivir.
Vivo para un día morir.
Como Sísifo con su piedra,
afronto cada día
esperando a que llegue mi fin.
-
Autor:
David I. R. (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 28 de octubre de 2025 a las 15:40
- Categoría: Carta
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR

Offline)
Comentarios1
Me recordó a mi compadre Cioran. Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.