¿QUE SI TE EXTRAÑE? 

¿Que si te extrañe?... ufffff ¡CLARO QUE SIIIII!, de forma extraña.A pesar de que llevaba tus letras en mi alforja. Tengo una colección de tus poemas en mi mochila, en mi cuaderno, en mi mente y algunas cintas de grabación en mi oído. Por las noches, salía al campo a escuchar como los grillos musicalizaban tus poemas y las luciérnagas alumbraban la sonrisa de tu rostro.

El suave olor de la naturaleza me trajo el aroma de tus poesías, de tus sonetos. Las nubes queriendo ocultar la luna me recordó la forma en la que ocultas los latidos de tu corazón hacia mí. Tus eufemismos diciéndome en cada estrofa que estas por desatar el ultimo nudo que te ata a una rutina y sobre todo esa forma en la que fui penetrando tus pensamientos.

Provocas todo tipo de sensaciones en mí. En las entrañas de la naturaleza me haces sentir como árbol repleto de mariposas monarca, provocando esas cosquillas que los adolescentes sienten en el estómago y yo en todo el cuerpo. Tanto tiempo junto a ti y distante a la vez, una forma de amor rara, en silencio, con una comunicación criptica.

Sí, Ha pasado mucha agua sobre el rio aquel, de nuestro primer encuentro, de tu primera letra que llego con tu imagen sentada en tu mesa de noche, con su luz tenue y entre líneas exponías la forma en la que mis letras estaban entrando en esa parte oscura, donde nadie ha llegado a pesar de estar viviendo en un poemario con derecho de autor. Lo entendí.

Creo que ahí comenzó ese juego entre el ratón, el queso y el gato. Tú me escribes sin escribir, provocas mis letras sin nombrarme, nunca me saludas y diriges la vista lejos de mi cuaderno y yo salgo y consumo tu prosiqueso, lo digiero despacio, me lo apropio y vuelvo con esa sensación de amor secreto, escondido y en la luz ¿y el gato?, ha, ¿bien?… Por ahí

LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO