Ya no escriben los estudiantes en las paredes,
los gitanos no volvieron con sus carpas...
Todo ha cambiado en estos lugares,
hasta los voceros de las terminales,
no anuncian el destino de las carcachas
Ya las comadres no se paran en las esquinas
a esperar con estoicismo al camión cisterna...
Todo es distinto en las barriadas citadinas,
hasta el infaltable traganíquel de las tabernas,
ya no resuena en las noches diamantinas
Ya las vaquerías no están a la orilla del pueblo,
ni se siente el mugido de las vacas en la madrugada...
Todo ha cambiado en estas inmensas lejanías,
hasta el suelo lleno de boñigas en los corrales,
fue reemplazado por el duro cemento y la lejía
Ya no se goza en las noches en las verbenas,
ni se prenden las velas en los cumbiones...
Todo se ha transformado en estas comarcas,
hasta la cumbia ya no se baila en los salones,
tampoco se ve el atavío jocoso de las comparsas
Ya mi propia vida ha tomado un rumbo distinto,
por el cruel abandono de los amigos que se fueron...
aquellos que en el pasado estuvieron conmigo,
se dispersaron por otros sitios y nunca volvieron
Ya no espero a nadie y sé que ya nadie me espera,
es un ramillete de hojas pálidas mi existencia...
solo me quedan recuerdos de una lejana primavera,
cuyas flores marchitas hoy yacen sin esencia.
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Autor:
Antonio_cuello (
Offline) - Publicado: 28 de octubre de 2025 a las 01:32
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 1

Offline)
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