Llámame por mi nombre…

Llámame por mi nombre…

Arráncame de tu olvido y satúrame a tu costado izquierdo.

Condéname ser esclava de tus pasiones, vicios, deseos eróticos.

Lléname de virtudes y enciende mi alma con el fuego de tus besos.

Abandona mi espíritu que te guarda y cura las penas de tu corazón.

Déjame en la estocada de tus castigos, iras y reclamos, ¡pero ámame!

Ámame sin queja y recuéstate en el pasado donde me conociste y yo era feliz.

Santifica mis pesares porque te pienso en pecado encima de tu cuerpo.

Enciende la vela para que no se apague el duelo de mi muerte.

Llámame por mi nombre recuerda todos los días como me llamo.

Aunque sí, sí quiero irme contigo a la gloria eterna para el juicio de Dios.

Para purgar los pecados que nos hicieron caer de su gracia que tú dices que yo propicie.

Dios nos ofrece perdón y nos pide que nos sigamos amando.

Él nos encontró cuando vivíamos confundidos y creímos el amor era odio.

Seamos peregrinos y viajemos a otros mundos, a otras vidas,

Conóceme para sentirnos, tocarnos y amarnos sin castigarnos,

Por no obedecer los mandatos de Dios, él nos mandó a amaramos.

Dejemos atrás los recuerdos espinosos y regálame una corona de besos,

Un jardín lleno de flores y pon mi tumba en medio y acuérdate que te ame

No olvides saturar mis huesos que unidos van a los tuyos

Y así bajarás conmigo a la tumba del olvido y solo seremos recuerdo.

Para tu castigo por no saber amarme como Dios te lo pidió.

Debemos amarnos con el espíritu, alma y cuerpo porque somos eternos.

En la presencia de Dios, porque somos viajeros del tiempo.

¡¡Analízame y encuentra mis defectos y castígame!!

Yo me uno a ti en el sagrado matrimonio en pleno uso de mis facultades mentales.

Aunque tu pienses que estoy loca porque te robé un pedazo de tu vida,

quiero tu vida entera y la quiero solo para mí y ese será tu castigo !amarme!  

Antes de que venga el juicio de Dios porque no puedes culparme a mi de lo que tú haces.

Alicia Pérez Hernández… México

No es la pluma la que escribe, es el alma

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Te amo, de Alfonsina Storni

Te amo porque no te pareces a nadie.
Porque eres orgulloso como yo.
Y porque antes de amarme me ofendiste.