Engalanado, para alabar a tu casta, te vi.
Trajeado, para sorprender a unos y otros.
Nunca creí que, lucirías, como un maniquí.
No te agradó, el aplauso en otros rostros.
**-**
Decía tu abuela qué, la vanidad, no premia.
Ya, es el Prêt-à-porter, lo que sella la moda.
Más aún, cuando unos, viven en la Bohemia.
En fin, cada uno busca eso que, le acomoda.
**-**
La conspicua vanidad, suele tornarse un yugo.
Caminando, sin pisar y erguido va, el engreído.
Mientras lo veo los verbos ser y estar, conjugo.
Tremendo tormento disimulado, tiene el creído.
**-**
¡Premio justo, para tu vida es, aceptar lo qué eres.
Sí, no te gustas, trabaja para ser quien tú, quieres!
-
Autor:
Rainajim (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 27 de octubre de 2025 a las 13:55
- Comentario del autor sobre el poema:
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: JUSTO ALDÚ, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, Poesía Herética, Lualpri, Santiago Alboherna

Offline)
Comentarios3
Elegante ironía una crítica a la vanidad y al artificio de las apariencias. Entre rimas clásicas y giros coloquiales, contrapone la autenticidad del ser con la superficialidad del parecer.
Saludos
lamentablemnt, esta lleno de estos personajes. Muy buen poema, me gusto
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.