Una nebulosa mañana desde cama; la persiana cópula con la brisa. Y la aurora, escandaliza a los gallos que combaten con mi lira matutina. A mi izquierda, un armario repleto de celofanes de mezclilla, según son, pa el culminante domingo que se desplaza en ostia avergonzada. A mi derecha, una ciénaga tapiada en el estragado mural colgante de mi pared; que retrata a un joven azoroso con su espada y adarga... ¡Pedazo de gallina!... Y en la cocina, dos quetzales discutiendo al unísono de las acabadas bocinas; de mis vecinos ambulantes de carcajadas. Una de esas fosforescentes quetzales, me parió y crío con amor, la otra, me amargó en diáfano resquemor... Pero la agonía reverbarante que me infundió, resalta, los años de abandono en que me supo abrigar, aún con su edad, en libre caída a piel piltrafa. ¿Y? Que final sin melancolanza. Con signos aún de vida, doy por cerrarla... Claro, mi calvario cerrará en la madrugada, te espero, no faltes, errata.
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Autor:
Ocram Anatnom (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 27 de octubre de 2025 a las 01:09
- Comentario del autor sobre el poema: Mis estimados poetas, con respeto y cariño, espero y sea de su agrado... Ya digo mucho, con lo de arriba. Son líneas de capullo. Sodulas y zosarba. Derechos Reservados en Proceso. 🖖✊🌞✊🖖
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 5
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, alicia perez hernandez

Offline)
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