Declaro que lucharé por vos
esposa mía.
Las hadas del tiempo iluminan
el sendero futuro de nuestros pasos.
Nuestros hijos nos esperan allí
aquí y ahora.
Nuestros nietos lo hacen también
bastante más allá.
Declaro que NO renuncio,
reloj de implacables manecillas.
¡Nada es más fuerte que el amor!
y las venceremos adrede.
Girarán hacia atrás,
se detendrán...
a merced de la vida
que nos aguarda y guarece.
¡Destino enfréntate a mí!
atrevete contra este corazón argentino
que es valiente,
arriesgado y amoroso.
No podrás vencerme
¡ya hemos ganado!
Antes que siquiera existas,
tiempo,
el amor poderoso
nos hizo a mi y a ella.
Acá tenés mi pecho, destino,
verás que me he interpuesto
en tu camino.
Ya NO nos arrastrarás contigo.
Ella y yo,
irreverentes albedríos,
te hemos forjado sin pausa
desde el día en que nacimos.
No eres más que la arcilla
que labraron nuestros dedos.
El presente es ahora
y es NUESTRO el camino.
-
Autor:
Gustavo Affranchino (
Online) - Publicado: 27 de octubre de 2025 a las 00:46
- Categoría: Amor
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais

Online)
Comentarios1
Es lindo el amor que le profesas a tu esposa, da gusto leer estos versos, ya que muchos poetas le escriben solamente a sus amantes, pero tú amas a la mujer que Dios te ha dado, y eso es de apreciarse, Gustavo. Un saludo desde Lima Perú.
Abrazo
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