Todo tiene su tiempo, es del tiempo su destino...
mandato de Dios, divino, como luz que a juzgar vino,
como oscura noche preponderante, sin brillo de estrellas,
que, como en la nada se esconde, sin dejar rastro ni huella...
Amor sembrado en terreno valdio, sin lluvia, sin sol,
sin un viento recio que litigue su dolor,
aroma perdido en el tiempo, sin rio, sin cauce, sin calor...
horas perdidas en el silencio de una triste y dolorosa ilusión.
Cuando tú te hayas ido, se irá contigo mi perdón,
desaparecerá en silencio todo aquello que del amor nació;
volará por la ventana mi corazón sin transición
y como pólvora que mata, morirá por ti, toda razón.
Entonces comprenderé, después de esta derrota,
y saber que entre nosotros debió cruzarse el mar,
que, tras la lluvia, hay un sol disipante de nubes grises
capaz de evaporar, sin vacilar, toda amargura de atar...
Será entonces que comprenderé, quedamente con mi corazón
que los planes de Dios, para conmigo, eran otros;
y al quitarme de los ojos la venda, con su comprensión
me ha de guiar por un camino, que será aún, mucho mejor...
ctthi.102625.H.11p.S.By:Jorge L. Casado
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Autor:
Jorge L. (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 26 de octubre de 2025 a las 23:55
- Comentario del autor sobre el poema: No hay palabras para describir el dolor que se siente en el corazón cuando el amor se va... Pero Dios, que lo ve todo desde el cielo, premia con el amor verdadero, cuando se cumple su tiempo, brindando felicidad y armonía, colmando de alivio a ese corazón sufrido. Confía en Dios en todo momento, pues los planes de Dios son otros, conforme es su voluntad
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Sierdi

Online)
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