Te fuiste,
y ahora soy un verso sin rima,
la historia mal contada
de un cuento que creí de hadas.
Soy la estrofa sin final
en la prosa de tu vida,
una flor perdida en el camino,
yaciendo sin color
entre los horizontes olvidados del polvo.
Yo, que fui el mar de tu playa,
el sol tibio de tus mañanas,
me quedé con las manos vacías
mirándote partir;
te perdí como se desvanece la tarde
ante la llegada de la noche.
Lo que pensé sería eternidad
no fue más que un castillo de arena,
y aquellas promesas tuyas
se esfumaron junto a las fantasías
que me pintaste como ciertas.
Tu amor me dejó
el sabor amargo del desengaño,
la lección escrita en el alma:
que amar demasiado
puede ser el peor mal del corazón.
Me enseñaste lo que era amar con el alma,
pero también aquello
que jamás volvería a permitir.
Ya no temo caminar sola,
pues aun siendo un verso sin rima,
camino con la frente en alto
y la corona bien puesta.
Tu adiós no se llevó mi esencia,
porque aun sin ti,
sigo siendo una reina.
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Autor:
Poemas De Una Mente Joven. (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 26 de octubre de 2025 a las 12:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1

Offline)
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