Raso y claro estaba el cielo
En él las estrellas brillaban,
La luna con su resplandor
El camino iluminaba.
La serrana morena
Con cara y mirada triste
Desde la reja
El camino oteaba.
De pronto, la silueta
De un jinete y su caballo
En el camino aparecieron.
Una sonrisa radiante
Llena de amor y alegría
Se dibuja en el semblante
De la serrana morena,
Pues reconoció al jinete
Que por el camino transitaba.
Era el dueño de su amor
El que desde su reja veía.
Más… en el silencio de la noche
¡Como un trueno!
Un disparo resonó,
Y el jinete sobre el cuello
Del caballo se inclinó.
En la reja, a la serrana morena
Un grito se le escapó.
Y una angustia insoportable
De su corazón se adueñó.
¡Vamos caballito mío!
¡Vuela que escapemos de estos tiros!
Con poderoso galope
El brioso caballo arranca.
Mas veloz que el viento
Por el recodo del camino,
El caballo y su jinete
Se pierden, en la noche clara.
La sangre en sus venas
A la serrana se le hiela,
Y corre como una loca
A abrir la puerta trasera
De su nidito de amor
Para que jinete y caballo
A buen recaudo estuvieran.
Descabalgó el jinete,
La serrana morena
Desensilló el caballo
Y en la cuadra lo metió.
Después ayudó al jinete
Al que en la cama tendió
Con mimo y mucho cariño
La serrana le curó la herida
Que aquella bala le hizo de refilón.
Cuando acabó de curarla
El jinete casi sin sentido estaba,
Ella, acercó sus labios de terciopelo
A los de su bello amor
Y depositó en su boca
Un beso lleno de pasión
Que al jinete la vida otra vez le dio.
Autor: Pere H.
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Autor:
Pera Conde (
Offline) - Publicado: 26 de octubre de 2025 a las 08:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Gustavo Affranchino

Offline)
Comentarios1
Me ha atado la lectura hasta el final de tu relato de acción, pa saber qué pasaba. ¡Gracias!
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