DETRÁS DE LA VIDA
Sentir detrás de la vida.
Donde no llega la luz.
Y vivir a contraluz.
Tras los sueños, que respiran.
Detrás del amor de luz.
Entre las cosas sencillas.
Detrás de la vida sueña.
Al otro lado del mundo.
Donde amar, es otro mundo.
Amanecer que despierta.
Dando a la vida sentido.
Detrás, estaba el olvido.
Y en un alarde de fuerza.
Cruzó a este lado el sentido.
Y amando, quedó dormido.
En los brazos, del deseo.
Así se siente quien sueña.
Canta y vive en la tormenta.
Desde abajo y desde arriba.
En el centro y desde dentro.
La vida sigue existiendo.
Aunque sea estrella caída.
O se tambalee por dentro.
Siempre, sin pesar, respira.
¿Dónde está la verdad?
Que todo el mundo la busca.
Detrás de la vida, está.
O entre las nubes del tiempo.
Sola camina sin miedo.
Con el corazón entero.
Amor, que vive entre luces.
Y entre luces, ilumina.
Con el resplandor, que emite.
Y la fuerza, que es la vida.
Detrás de la vida existe.
Ama sin aire y te inspira.
Ángel L. Pérez ®
SOY LO QUE ESCRIBO Y LO QUE TÚ SIENTES AL LEERME
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Imágenes tomadas de: https://pixabay.com/es/videos/
26/10/2025
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Autor:
angel perez (
Offline) - Publicado: 26 de octubre de 2025 a las 02:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: WandaAngel, Mauro Enrique Lopez Z., Rick Robles, Éusoj Nidlaj, Alma Eterna, Antonio Pais

Offline)
Comentarios1
Estimado Angel,
Siento en tu poema un acto de ternura filosófica. Con sencillez luminosa, has tejido versos que se deslizan entre lo visible y lo esencial. Hay una humildad valiente en tu mirada: no buscas respuestas, sino el pulso que late detrás de ellas. El ritmo pausado, casi meditativo, nos lleva por un viaje donde el amor no exclama, se intuye; donde la verdad no se impone, se busca con el corazón entero.
La imagen del deseo dormido en los brazos del sentido es profundamente humana. Y esa estrella caída que aún inhala y exhala sin pesar… es símbolo de todos nosotros, que seguimos existiendo, aunque inciertos por dentro.
Gracias por este canto suave, por recordarnos que detrás de la vida —en lo que no brilla, en lo que se olvida— también hay luz. También hay alma.
Un saludo cordial,
-LOURDES
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