"La Agonía de la Infancia"
Parecía una chica normal, al menos eso sentía.
Pues luego su cara fría, cuando de casa salía.
A la pequeña Rocío, con apenas dieciséis años.
La vida le había enseñado que para lograr objetivos tenía que hacerse daño.
De ella no se narraba, ni menos se hacían versos.
Tampoco poemas de vida que muestren el sufrimiento.
Pues para ella no hay tiempo.
Sin amparo y sufriendo, ella su cuerpo entregaba por llevarle a su madre el dinero que hiciera falta.
Pues no le alcanza la vida para poder respirar...
Y desde ahí nace el refrán "Cuando la necesidad aprieta, la dignidad se hace la ciega"...
Ella trabaja en la calle desde las diez de la noche.
Se sube a cada coche que para en esa esquina.
Y con lágrimas en los ojos, comienza ya su rutina.
Se dice que las personas le escriben a lo bonito, al amor, al cariño, al apego y la pasión.
Pues Rocío por amor, por su madre entrega el alma.
Y aunque llora en su momento, no puede cantarle al viento.
Pues su única labor es conseguir el dinero para comprar aquel aire que necesita su madre.
Como recuerdo de esto, Rocío junta el dinero bajo aquel mantel ya viejo, el que le tejió su madre de regalo de cumpleaños, el que también simboliza el sacrificio de niña por mantenerla con vida.
Pese a todo lo vivido, ya no duele tanto el alma.
Pues la cuota está ya lista para comprar ese aire que su madre necesita...
A sus cortos dieciséis, Rocío no sabe de amores.
Solo sabe de trabajo, se mira al espejo y con temor contempla lo bajo que ha llegado.
Pues su sueño siempre fue llegar a estudiar medicina y así ganarse la vida con dignidad y simpleza.
Porque ella tenía la meta de curar pronto a su madre.
Pero el costo de lo dicho, ha hecho en ella una herida.
Porque ella por su madre entregaría su vida.
Cuando pasan ya las ocho, a su casa de camino, con las piernas destrozadas y más roto el corazón.
A paso lento contemplando el momento que vivió, con ese montón de pesos que pagó el hombre de anoche, el hombre del Mustang rojo, el que la subió a coche y con ella se ensañó...
Aún así la pequeña camina tranquila a casa.
Pues la noche valió la pena para comprarle a su madre, que en cama está postrada, un día más de aquel aire que necesita para poder respirar.
Porque Rocío conoce de cerca el sufrimiento, la penumbra y desamparo, la tristeza y decepción.
Porque todos a ella juzgan sin saber bien el complejo, incluso la razón del actuar de esta niña que por su madre querida comenzó en la prostitución...
Su madre llora en penumbras por ver lo que hace su hija.
Y aunque su alma se enluta y quiera cambiar ya la historia, su hija no la abandona, por más que le duela el alma.
Son una para la otra en esta cruel sociedad que te deja y traiciona, te abandona en la penumbra.
Te empuja hasta lo profundo de los errores carnales para poder conseguir lo que la vida te pide sin saber sobrellevar, la pena y dolores de los padres que no pueden proteger ya a sus hijos.
Y esto se vuelve un vicio que ya no tiene control.
Pues siendo joven aún te piden mucha experiencia en trabajos que apenas te alcanza para vivir.
Cómo lo hace aquel joven que trabaja y estudia
Que sustenta a su familia con la pena que lo lleva a dejar lo que más aman por amparar a los suyos, que mueren en la cama...
Y aquí terminan mis letras escribiendo de la pena que siente esta hermosa niña que le ha tocado vivir y conocer desde cerca lo que se sufre en la tierra.
La pobreza y la condena que ampara cada día, dónde el camino la lleva a qué pueda conocer la profesión más antigua que se ha visto en la tierra.
Fénix.-/
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Autor:
Fénix (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 26 de octubre de 2025 a las 00:52
- Comentario del autor sobre el poema: Existen personas que se ven enfrentadas a diversas realidades, las cuales las llevan a caminos que nunca pensaron tomar, este caso marca la realidad de una joven que debe enfrentar una cruda realidad por amor .. Nadie sabe los sucesos que pasarán mañana, seamos amables, todos llevan una cruz propia.. Agradecida de su tiempo en mis lineas, bella noche
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 1

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