Júbilo Interno

Luis Barreda Morán

Júbilo Interno

Mi espíritu se eleva con una canción de júbilo interno que llena el día de colores brillantes y esperanza.
El astro rey ilumina con fuerza el camino, permitiendo que la calma se extienda por todos los lugares.
Soy como un globo aerostático de colores que asciende suavemente hacia las nubes con una gran paz interior.
Floto en la brisa ligera sin preocupación alguna, disfrutando del viaje con total tranquilidad y gozo.
Me deslizo sobre los árboles y las casas, observando el mundo desde mi perspectiva serena y alegre.

Si en tu pecho late un corazón que quiere celebrar la belleza de este instante, une tus palmas.
Si percibes que la dicha auténtica es el sentimiento más puro y real, haz sonar tus manos.
Si comprendes que la alegría vive en los detalles pequeños y en los momentos de quietud, participa.
Si anhelas expresar ese regocijo que te habita mediante un gesto simple y espontáneo, acompáñame.
Únete a este coro de voces que deciden abrazar la luz y dejar atrás cualquier sombra de pesar.

Llegan rumores negros, palabras cargadas de pesimismo y ideas desalentadoras sobre el futuro.
Ofrece todo tu repertorio de críticas y dudas, sin guardar nada en tu arsenal de negatividad.
Pero debo advertirte con sinceridad que permaneceré tranquilo e imperturbable en mi posición.
Sin ánimo de herir susceptibilidades, te sugiero guardar tu energía para algo más provechoso.
Pues mi fortaleza se construye sobre cimientos de optimismo y confianza inquebrantable.

Nada ni nadie logrará opacar esta luz que me guía ni disminuirá mi entusiasmo duradero.
Mi ánimo se encuentra en un lugar tan elevado que las tormentas no alcanzan a alterar mi vuelo.
Es imposible derrumbar este castillo de paz que he edificado con paciencia y convicción.
Las dificultades se vuelven insignificantes cuando el alma decide mirar hacia el horizonte.
Camino con la certeza de que cada nuevo amanecer trae oportunidades para sonreír.

Mi corazón danza al compás de la naturaleza y canta con las aves que cruzan el cielo despejado.
Encuentro belleza en el rocío de la mañana y en la brisa que acaricia suavemente mi rostro.
Cada respiración es un regalo que agradezco con profunda emoción y humilde reconocimiento.
Atesoro los abrazos sinceros y las miradas cómplices que alimentan mi ser con cariño.
Esta plenitud que habita en mí es un tesoro que comparto con quienes caminan a mi lado.

Como un río que fluye constantemente hacia el mar, mi alegría busca los espacios abiertos.
Supero los obstáculos con la fuerza tranquila de quien confía en el proceso de la vida.
Las piedras en el camino se convierten en peldaños para alcanzar nuevas perspectivas.
Ningún invierno puede congelar la primavera que llevo sembrada en lo más profundo.
Sigo mi travesía con los ojos llenos de sueños y las manos extendidas hacia lo nuevo.

Si alguna vez has sentido que el amor es la respuesta a las preguntas más complejas, celebra.
Si crees que la bondad puede transformar realidades y construir puentes entre las personas, aplaude.
Si has descubierto que la paz interior nace del perdón y la aceptación de uno mismo, únete.
Si anhelas vivir en un mundo donde la compasión sea el lenguaje que nos una, comienza ahora.
Canta conmigo esta melodía que nace del agradecimiento y se expande como el canto del universo.

--Luis Barreda/LAB

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  • Autor: Luis Barreda Morán (Offline Offline)
  • Publicado: 26 de octubre de 2025 a las 00:50
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 3
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