El Mundo en la Palma
(Wcelogan)
Y aconteció que el hombre,
cansado de su propio espejo,
deseó sostener el mundo
en la palma de su mano.
Le fue dado el fuego,
y con él forjó los relojes,
las fronteras y los tronos.
Nombró las sombras,
midió el aire,
y llamó orden al temblor.
Mas nada volvió:
ni el sueño, ni el amor,
ni la primera inocencia.
Tus manos, oh buscador,
ansían detener el caos,
pero el caos te pertenece.
Cada muro que levantas
nace de la grieta que temes.
Beber la luz
sin convertirla en dogma;
tocar la noche
sin engendrar cadenas.
Pero entre el puño cerrado
y la palma abierta,
todo tiembla,
y aun así todos, todos,
ansían gobernar.
Hay rincones donde la luz se parte,
donde los muros se ablandan,
y las manos se buscan
como si recordaran
una promesa anterior al tiempo.
Casi llegamos,
pero el instante se hizo niebla.
Y aun así todos, todos,
ansían gobernar.
Entonces vi:
titulares, promesas, ilusiones,
marchitarse como hojas sin estación.
Y solo quedó la pulsión,
el hambre primera:
la sed de libertad,
el deseo de poder,
y el eco incesante
de una voz que repite:
> “El mundo no cabe en la palma,
mas todos, todos,
quieren gobernar.”
-
Autor:
Wii (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 25 de octubre de 2025 a las 00:01
- CategorÃa: Reflexión
- Lecturas: 2
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez

Offline)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. RegÃstrate aquà o si ya estás registrad@, logueate aquÃ.