Años después, en la misma cafetería,
aguardo un café que nunca pedí,
una mirada que jamás sentí,
una sonrisa muerta en la lejanía.
Quizá mañana, si amaina la tormenta,
entre flores y cañas halle respuesta,
o en una rima que el viento me presta,
pues veinte años pesan, y el alma revienta.
Cuatro sonetos mal nacidos tengo,
lector de pocos libros, soñador,
autor de versos sin ningún rigor,
sin cosas que contar, conté mi ofrendo,
conté mi vida y lo que fue su senda,
otra primavera marchitada.
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Autor:
Sergio C (
Offline) - Publicado: 24 de octubre de 2025 a las 23:38
- Categoría: Amor
- Lecturas: 2

Offline)
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