Las demasías

También tengo una cuita,
al espinazo clavada;
otrora faz alabada
desde ocasión fortuita.
Esta hiel no es gratuita:
la compré entre hinojos,
tras los crecientes enojos
de aquella luz dispersa,
con mirada de flor persa,
prisionera de mis ojos.

Continúo mi búsqueda
al otro lado, Sísifo;
a mis empresas me fijo,
pues es lo que ya me queda
en esta vasta roqueda
por la que hoy deambulo,
admirando el cámbulo
de impresionante verdor,
mientras, desde su gran ardor,
el astro grita: “Que bulo.”

Mírame, mas no me sigas:
voy perdido cual tu paso
en la senda de traspaso,
ya repleta de espigas,
por donde van las hormigas
compartiendo mi destino
entre error y atino,
buscando el buen consuelo;
mas solo es un anzuelo
del tormento paulatino.

Por ello tú no procures
encontrar algún sentido,
si a ti te has mentido,
ya que, como los acures,
lo que queda es que cures
con valientes travesías
las fiebres con que ansías
sentirte bien importante,
pues la hoz viene cortante
a segar las demasías.

Ryan Pires ___✍🏽©