Para el ruso

Me gusta ver la luz que irradia tu ser. Sentir tu paz como mía. Sentirte cerca de mi alma. Te quiero de muchas maneras y de ninguna a la vez. Te quiero sin formas y con múltiples colores. Te quiero aunque no hagas nada o hagas todo. Te quiero por qué sé que tú presencia en la tierra es un fortunio para quien te cruze. Para quien te vea con los ojos limpios. Te quiero sin palabras y con todas a la vez, porque no sé decir lo mucho que te quiero, porque a nadie he querido tanto yo como te quiero a vos. 

Caminas como ángel dejando rastros de vida en tus huellas. Tu libertad me pone contenta. Saber quién eres me hace feliz. Quererte se siente de las cosas más plenas y nutridas que existen. Quererte me hace querernos y quererme. 

He pensando en lo valioso que somos juntos. Nos reconocemos con naturalidad tal cual somos. Has visto mi alma y yo he visto la tuya. Que gratificante alegría saberlo y sentirlo en el corazón. Te quiero cuando te reís y te quiero cuando no estás. Te quiero cuando hablas y cuando callas. Quiero tus palabras y tus expresiones porque solo de tí nacen. Te quiero como te veo y te veo desde lo que te quiero. Somos espejos. Somos cariño y eternidades. Somos dos pero también somos uno. Te quiero y te amo.

Imagina que tú ser, tu alma, tu cuerpo y tu espíritu, todos unidos, han creado una chispa de luz en mi corazón. Ese es el cariño que siento por tí y que no va a morir nunca, porque nada muere. Al pasar el tiempo se transformará y quien sabe, tal vez luego de esta vida, ese cariño cuide un árbol. Ayude a florecer una planta. Tal vez, sea una estrella o una luz que cicatrice heridas. Eres creador de este sentir, que viajará por la vida y la muerte sin final. Te quiero con esa idea y te quiero con muchas más.