Indeterminada

Ya te he perdido y aun así huyes del olvido
te escondes en mis sueños, música, objetos
mis lagrimas caen a tu dedicatoria, 
respiro tu llegada, abajo del océano,
en el espacio, en el vacío de lo nuestro.

Acostado en mi cuarto, te imagino tocando la puerta; 
estoy recreando la conversación que incendiaríamos
fingiendo que en mi casa estás, hablando con la sabana.

¿Mi ausencia no teje ningún hilo de agua en tus mejillas?
¿no marchita tus ojos al despertar sin mi cofradía?
¿no causa un tráfico de tristeza que yo sea un tranvía
que nunca choca en la misma avenida?

Ya no me amabas, ya no me amas 
y aunque mi corazón siga sacando humo de la chimenea
llenando con tu nombre las nubes etéreas.

Por muchas razones tu retorno es impasible:
mi amor propio y tu amor sin mi dirección.

Eres tan indeterminada 
¿de qué manera algebraica te puedo determinar?
la única fórmula es el tiempo lleno de desigualdad
tuya y mía, que lo mío nunca te pueda tocar.

Cuatro de septiembre, un día más para ambos
yo llorando por ti en el carro
y tú, vaya, tú... no sé, error, indeterminado
estoy determinado de tú, ti, ella.